You are currently viewing 3 razones por las que el lenguaje puede cambiar tu vida

Si pusieras un anuncio que dijera: “Se buscan mujeres emprendedoras exitosas para dirigir compañías de rápido crecimiento,” uno creería que esto sería suficiente para llevar a decenas de mujeres a contactar a tu empresa, ¿cierto? Tristemente, ese no es el caso. Hace poco hubo una iniciativa, cuyo objetivo era encontrar a mujeres emprendedoras que estuvieran dirigiendo empresas, que estuvieran experimentando un rápido crecimiento para ayudarlas a reunir capital y darles acceso a mentores que les tendieran una mano en su viaje de emprendimiento.

Sin embargo, este loable proyecto se vio obstaculizado por el hecho de que no podían encontrar muchas mujeres que encajarán con el perfil descrito. Las rutas tradicionales de hacer publicidad para esta iniciativa no estaban funcionando, así que tuvieron que cambiar su enfoque para descubrir cuál era el motivo de la falta de interés en el proyecto o si sencillamente, era que este perfil específico era realmente escaso.

  1. En el mundo muchas no son capaces de reconocer su propio éxito

Los descubrimientos fueron realmente sorprendentes. Existían muchas mujeres que tenían ambiciosos planes de crecimiento para sus negocios y además, estaban generando grandes ganancias al año. Pero ellas no catalogaban sus emprendimientos como “empresas de rápido crecimiento.” De hecho, a los entrevistadores les tomó tiempo durante sus conversaciones con estas emprendedoras, para lograr que ellas pudieran reconocer lo exitosas que eran en realidad.

Los entrevistadores debían empezar reconociéndolas como individuos y descubriendo cuáles eran sus pasiones; que las había impulsado a empezar sus negocios y los progresos habían logrado hasta la fecha. Luego, tenían que investigar cuáles eran sus planes para el futuro y que esperaban ganar como resultado de su éxito. En otras palabras, empezaron en el aquí y en el ahora, para luego moverse lentamente a descubrir hacia donde se dirigían estas mujeres exitosas.

Como resultado de estas conversaciones, los entrevistadores se dieron cuenta que en todos los casos, el negocio calificaba como uno de rápido crecimiento y las dueñas de estos emprendimientos estaban enfocadas y motivadas para alcanzar aun más éxito. El problema estaba en que ninguna de estas mujeres se identificaban con el perfil que buscaba la campaña y como resultado, no se habían presentado como posibles candidatas para disfrutar de sus beneficios. Así que, la clave estaba en el lenguaje utilizado.

  1. El problema está en cómo formulamos las preguntas

Para entender mejor este problema, hablemos un poco del riesgo y como usarlo como guía para apreciar que tomar riesgos puede lucir de manera muy distinta, dependiendo de la disposición que tiene cada quien hacia el mismo.

Para aquellos que son más cautelosos y prudentes, o adversos al riesgo; es increíblemente incómodo declarar que tienen aspiraciones de crecimiento ambiciosas para su compañía. Y aunque son perfectamente capaces de alcanzar esos resultados, expresar sus ambiciones puede resultar en un proceso completamente distinto en comparación con aquellos que son más aventureros y despreocupados; y por lo tanto, más dispuesto a tomar riesgos.

Para describir de una manera más clara estas diferencias, podemos usar la historia de escalar una montaña. Si le preguntará a una mujer adversa a tomar riesgos a que escale una montaña, su respuesta inmediata sería algo así: “No, eso es muy difícil, no puedo hacerlo – deberías decirle a mi amiga Joanna, a ella le gustan las aventuras. “

Sin embargo, si a esa misma chica le digo: “salgamos a tomar una caminata para disfrutar del aire fresco y aprovechamos de conversar un poco en el camino – puede que en el recorrido nos encontremos con un camino algo empinado, así que prepárate acorde,” lo más seguro es que se dé la vuelta con entusiasmo y vayan a buscar sus mejores zapatos deportivos. Luego, antes de que se dé cuenta, ¡ya habremos atravesado la mitad de la montaña!

Allí tienen dos maneras de obtener un resultado similar pero las palabras utilizadas fueron la clave para motivar al individuo, todo depende de las palabras que resuenan más con cada uno.

También puedes ver: consejos para convertirte en una mujer más fuerte.

  1. La importancia de auto-incentivarse

Amy Cuddy,  súper estrella de las charlas de TED, también aborda este tópico en su más reciente libro, acerca de cómo el lenguaje puede tener un impacto en nuestras acciones. Ella recuerda como su deseo de convertirse en una corredora, se enfrentó numerosas veces al fracaso. Todo porque cada vez que empezaba a correr, se sentía como un fracaso al compararse con su ideal de una corredora auto-disciplinada, rápida y capaz de participar en maratones.

Eventualmente, decidió tomar un enfoque distinto. Ella decidió correr solo una vez a la semana. Dejo de un lado sus metas y aspiraciones a largo plazo, y se concentró en convertir el correr en una experiencia positiva. En vez de enfocarse en lo que ella creía que no podía hacer, ella se concentró en lo que podía hacer y lo relacionó con algo que ella disfrutaba, viajar. Así que, cuando ella viaja por motivos de trabajo, realiza carreras cortas para experimentar un poco más de esos nuevos lugares que visita de una manera distinta.

Para describir su enfoque, Cuddy utiliza el término “auto-incentivarse.” Ya que su experiencia le ha enseñado que cuando nos replanteamos la ansiedad como emoción, nuestros resultados mejoran como consecuencia y logramos desempeñarnos de manera exitosamente en nuestro camino para alcanzar nuestras metas.

Para Cuddy, auto-incentivarse consiste en enfocarse en cada momento en frente de ti, en lugar de pensar en el resultado final, para empujarte a ti misma, lentamente y poco a poco, a ser más atrevida.

¿Pero qué significa todo esto para los que están trabajando en el campo de asistir y apoyar a mujeres emprendedoras?

Para nosotras, denota el papel que juega el lenguaje en el emprendimiento. Estamos tan acostumbradas de hablar acerca de aspirar a grandes metas (llevar una nueva empresa al éxito, alcanzar crecimiento rápido, obtener el “primer millón”) que poco se piensa en el proceso de cómo llegar allí, de cómo “crecer y ser mejor cada día en tu negocio” es tan importante como plantearse grandes metas y objetivos.

Con los gobiernos de las naciones desarrolladas enfocados en la búsqueda de nuevas maneras de empoderar a las mujeres para que empiecen negocios prósperos o alentando a una mayor diversidad en los lugares de trabajo, es hora de que todos pensemos en formas para alentar a las nuestras a tomar decisiones de una manera distinta cambiando y mejorando la manera en cómo se le presentan las opciones.

En las palabras de Indira Gandhi, la ex primera ministra de la India que mayor tiempo ocupó dicho cargo: Las personas que piensan que no son capaces de hacer algo, no lo harán nunca, aunque tengan las aptitudes”.

Quizás reflexionar un poco más en las palabras que estamos usando en nuestro día a día pueda ayudarnos a lograr una gran diferencia.

Por: Edith Gómez

Editora – gananci.com
Twitter: @edigomben