Y se nos va la vida ahorrando y gastando para necesidades y gustos presentes, de corto y cuando mucho, mediano plazo, pero pocas veces realmente hacemos conciencia de qué sucederá en el momento en que los años nos hayan llegado y al mismo tiempo tener que caer en la cuenta de que no hicimos mucho por prever.
Es un tema importante, no muy fácilmente nos cae el 20 de que la vida y el bienestar económico no están garantizados, y en un momento de emergencia podemos afectar nuestro patrimonio, ligándolo al porcentaje que representamos dentro de la economía de nuestra familia. Es mejor dejar soluciones y no problemas a las personas que se quedan o que vean por nosotros.
Y no solo hablemos de emergencias o eventualidades desafortunadas, pensemos en las metas, ¿qué te imaginabas haber logrado hace 15 años? ¿Lo has logrado? Evalúate: ¿qué te ha faltado para hacerlo tangible? En esta última te sorprendería cómo es que la gran mayoría de las personas responden lo mismo…”¡AHORRAR!”.
Sí, palabra clave, se nos olvida que para alcanzar los objetivos tenemos que entrar en ciertas disciplinas, que nos permitan, con base en la constancia, materializar lo planeado. ¿Cuánto dinero ha pasado por tus manos desde que tienes una vida laboral activa? ¿Cuánto de ese dinero tienes hoy en día ahorrado? El resultado aterra, ¿cierto? ¡Estamos a tiempo! Para cambiar los resultados debemos de comenzar a hacer cosas diferentes, y yo quiero darte los tips que te ayuden a decidir la mejor forma para ahorrar e invertir tu dinero de una manera inteligente.
Hoy te hablaré sobre la estructura ideal de las finanzas, la que más me gusta a mí. El famoso 60%, 30%, 10%, la manera justa de distribuir tus ingresos. El 60% debe estar destinado a tu estilo de vida, es decir, gastos fijos, ejemplos: pago de renta, servicios, vestido, alimentación, etc. El 30% lo ocuparemos para nuestro patrimonio, definiré como patrimonio todo aquello que haga a una persona más rica, tanto material como culturalmente. Y por último el 10%, ¿para qué te imaginas?… ¡exacto! Para ahorrar, destinarlo a todo aquello que planeamos lograr dentro de cierto periodo de tiempo. Hacerlo mediante una estrategia programada y segura será siempre la mejor opción.
En próximos artículos te contaré acerca de la moneda, la inflación en relación con el tiempo y cómo afecta su valor adquisitivo si decidimos guárdalo bajo el colchón.
La intención entonces es proteger lo que hoy por hoy tenemos y buscar la manera de hacerlo crecer.
¡Vamos a construir finanzas sanas!
Puedes contactarme para asesorías personalizadas, será un gusto atenderte.
Eliza Escobar
Asesora en Finanzas Personales y Empresariales
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