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Son diversos los factores que influyen en una baja autoestima como por ejemplo periodos de cesantía largos, falta de dinero, problemas de pareja o incluso ambientes laborales desagradables. Hay un sinnúmero de situaciones cotidianas que debemos enfrentar las cuales van mermando nuestra autoestima, por consiguiente, nuestro círculo cercano también se resiente afectando de una u otra manera la forma en que enfrentamos la vida.
Muchas veces interiorizamos ciertas frases que nos dijeron cuando éramos niños: “eres tonto o tonta, eres feo o eres mañoso” y
en la medida que crecemos vamos cargando con esos “estigmas”, los cuales pueden ser no verificables en cuanto a los logros que podemos obtener a lo largo de nuestras vidas. A pesar de eso nos podemos sentir feos, mañosos o tontos, otorgándoles poco espacio a nuestras virtudes que pueden ser en la mayoría más efectivas que nuestras falencias.
Hay varios factores que se debiesen tener en cuenta a la hora de analizar la baja autoestima, quizás nos puedan ayudar a mirarnos desde una perspectiva más amable sin la necesidad de la comparación constante, la cual puede ser muy ambigua en el trato que le demos. Algunas definiciones de autoestima podrían ser las siguientes:

  • ¿Nos aceptamos sin juicio crítico o somos extremadamente destructivos con nosotros mismos, nos queremos como somos, con virtudes y limitaciones?
  • ¿Reconocemos; somos capaces de ver nuestros talentos o somos ciegos frente a ellos?
  • ¿Nos mantenemos activos, con desafíos por delante o solo dejamos que la vida nos pase por el lado, sin tomar decisiones?

Como ya se ha señalado existen ciertos “enemigos” de una autoestima sana, las cuales claramente nos perjudican en el proceso de vernos y sentirnos mejor como personas en toda la globalidad que ello implica; como padres, amigos, en pareja o en el trabajo. Por ejemplo:

  • Compararse con otros: Las comparaciones son en su mayoría inútiles y parciales ya que no conocemos a la otra persona en otras dimensiones; por ejemplo, soy malo para dibujar mi amigo dibuja mucho mejor, claro es probable que sea así, sin embargo, no sabemos en qué aspectos el amigo sufre o se siente disminuido. Para nosotros puede ser fortaleza y es por esto que las comparaciones además de ser odiosas son en la mayoría de las veces una pérdida real de tiempo.
  • Trato de ser una persona que no soy: Házte cargo de ti mismo, es una enfermedad querer a otros sin tener un real aprecio por uno mismo, en la medida que nos aceptamos somos capaces de entregar cariño de calidad.
  • El derecho a equivocarse. No somos divinidades cometer errores es natural y muchas veces necesario, lo importante es tener la humildad, la inteligencia y la fortaleza de preguntarnos ¿qué puedo hacer para repararlo?
    Una vez que lo sepas, hazlo!!!!

Por: Mauricio Costa Guilisasti.

Imagen: Pinterest.