Quedamos horrorizadas ante este tipo de noticias. La extrema pobreza y los conflictos en Afganistán, han terminado en que el fenómeno de los bacha bazi esté en aumento en el último tiempo.
Este tipo de práctica es una de las más oscuras que ocurre por esa zona, y se considera un tipo de esclavitud sexual que abarca a los niños y adolescentes donde son embaucados con promesas de educación y trabajo, para luego ser sometidos a todo tipo de vejaciones.
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¿Quiénes son los bacha bazi?
Los chicos son considerados un juguete sexual que se utiliza para obtener placer y como distracción para los adultos. Les enseñan a bailar y a actuar delante de hombres maduros, vestidos y maquillados de mujer.
Para los expertos esta es una de las violaciones más crueles de los derechos humanos y una fuente de conflicto e inseguridad tremenda para el país. Además, el tremendo problema es que los violadores están protegidos porque nadie se atreve a investigarlos.
Los bacha bazi no son un fenómeno nuevo en Afganistán, sino más bien se trata de una vieja costumbre que está tomando impulso nuevamente. “Las mujeres existen para educar a los niños, los muchachos para dar placer”, suele decirse en varias regiones afganas. La práctica del bacha bazi, que fue prohibida por los talibanes cuando estuvieron en el poder en Afganistán entre 1996 y 2001, ha vuelto a surgir en los últimos años y es común en zonas rurales del sur y del este del país, así como en las regiones tayikas del norte.
Vestidos de mujeres, maquillados y con el cabello a veces teñido, estos chicos de entre 10 a 18 años son usados como bailarines y juguetes sexuales durante veladas entre hombres. Sorprendentemente, esta práctica es ampliamente aceptada en un país que por otro lado condena la homosexualidad como una perversión prohibida por el Islam.
La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC, por sus siglas en inglés) publicó en 2014 una investigación, dirigida por la activista afgana Soraya Sobhrang, en la que se traza un perfil de las víctimas y de los criminales.
Para a investigación, Sobhrang intentó cuantificar la cantidad de víctimas que han sido sometidas al bacha bazi, pero indica que es muy difícil de calcular, ya que es un tema del que nadie quiere hablar y del que todos se hacen los indiferentes.
Para las víctimas es un estigma social tremendo que tratan de mantener oculto. Muchos de ellos terminan sumergidos en las drogas y el alcohol y otros incluso, terminan convertidos en explotadores de niños.
Este estudio ha tenido un gran impacto en la sociedad, y el mundo, entregando una pequeña luz de esperanza. Las autoridades han comenzado las gestiones para desarrollar una ley que contemple el caso concreto de los bacha bazi, lo que podría facultar a poder comenzar a realizar los primeros arrestos por este crimen.
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