Exitosas han sido las intervenciones realizadas en el “Centro de Hombres por una Vida sin Violencia”, que el Servicio Nacional de la Mujer (SERNAM), junto a la Universidad Santo Tomás (UST),  dispone en Viña del Mar.

Desde el 2011 funciona este centro que busca erradicar la violencia al interior de las parejas, y que en su año de funcionamiento ha atendido cerca de 220 hombres. Actualmente se encuentran en fase de pre ingreso otros 53.

Leticia Vega, Coordinadora de la iniciativa, indica que “el programa está destinado a hombres mayores de 18 años que ejercen violencia contra su pareja o ex pareja”. Agrega que “una de las labores es proporcionar atención reeducativa pues la intervención está focalizada en propiciar procesos de responsabilidad y resocialización”.

De esta manera, el programa tiene como eje fundamental la protección de las mujeres víctimas de violencia de pareja y la detención, eliminación o disminución de ésta, así como de las posibilidades de su reincidencia.

Según cuenta Leticia Vega, el apoyo que se brinda en el centro se basa en la contención y  acogida de los hombres que se acercan al centro. “La intervención es de carácter grupal y está destinada a la reeducación en formas relacionales más horizontales, con la finalidad de asegurar la protección de las parejas”, añade.

“No se considera una intervención familiar, pues el ejercicio de la violencia es una decisión de quien la ejerce, por lo que es el sujeto quien debe involucrarse directamente en su proceso de cambio. Se promueve la incorporación de la pareja o ex pareja a los Centros de la Mujer para llevar a cabo un tratamiento reparatorio de sus secuelas de violencia”, comenta.

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La UST decidió ser parte de este importante cambio por su interés en contribuir con la intervención social de temáticas que generan mayor equidad de género y respeto por los derechos humanos. Las intervenciones son realizadas por profesionales de Trabajo Social y de  Psicología de dicha casa de estudios.

Los 11 centros que operan en Chile, en Arica, Iquique, La Serena, Viña del Mar, Estación Central, Rancagua, Talca, Concepción, Valdivia, Puerto Montt y Punta Arenas, tienen el desafío de consolidar un trabajo comunitario coordinado que permita la sensibilización no sólo de los profesionales de las instituciones de la red, sino de la comunidad en general para la detección, abordaje y denuncia de la problemática.

Hablan las cifras

Los resultados han sido auspiciosos en cuanto a que el reporte de ex parejas o parejas atendidas en los Centros de la Mujer de la V región, ratifican que la violencia física cesa completamente una vez que los hombres han ingresado al proceso psicosocial grupal del Centro de Hombres.

La violencia psicológica disminuye o se elimina en el 90% de los casos, siendo la más compleja de erradicar por las formas naturalizadas en las cuales se presenta.

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Perfil general de los hombres atendidos:

-73% tiene entre 30 y 50 años.

-55% tiene enseñanza media completa y 45% estudios técnicos y universitarios.

-25% se desempeña en Construcción, 23% Servicios (seguridad), 17% en Comercio, 14% Servicios de Utilidad Pública, 10% industrias Manufactureras y 66% son empleados.

-60% no gana más de $400.000.

-50% son casados, 23% convive, 12% separado, 10% solteros, 65% tiene pareja actualmente, 57% tiene relación de pareja con la mujer que lo demandó y 47% aún vive con ella.

-73% sufrió castigo físico en la infancia, 26% maltrato psicológico y 7% maltrato sexual.

-37% de los padres abusaban del alcohol y las drogas. 32% dice haber sido testigo de maltratos físicos y psicológicos de parte del padre a la madre

55% sufrió maltrato físico por parte de los profesores.

60% dice que el primer episodio de violencia se produjo hace cuatro años o más, 27% de 1 a 3 años, 11% de 6 meses a un año.

-58% dice que la violencia ha aumentado de forma grave. 44% dice que si no deja de usar violencia podría perder a su familia.