Olvidar tus rencores: Pasamos la mayoría del tiempo pensando en cosas que nos han hecho anteriormente; vivir en el pasado no sólo te estanca, sino que no te permite ser feliz, perdonar, soltar los rencores que tienes es un simple paso que te acerca a la felicidad.
Dejar de compararte: Como seres humanos nos encontramos constante y hasta inconscientemente comparando nuestros éxitos o fracasos con los demás, es casi como si en nuestro ADN viniera incorporado el compararte desmedidamente, lo que nos conlleva a la frustración. Cada ser humano tiene su lugar en el tiempo y el espacio, cada uno alcanza sus metas en tiempos distintos, pero esto no traza lo que eres; al dejar de compararte no sólo serás feliz, sino que te encargarás de compartir esa felicidad con otros.
Pensar que no mereces ser feliz: Si eres de las personas que ser feliz no es válido para ti, estás equivocado. La felicidad es un estado de decisión, en el que, aunque estemos en la peor situación, eres tú quien decide ser o no ser feliz. Ésta no es algo que se “merece” sino que se vive y se comparte.
Evitar pasar tiempo con gente Tóxica: Una forma fácil de poder decidir ser feliz es alejándote de personas que piensen que la felicidad depende del dinero o de la situación en la que estás. Muchas veces nos sentimos infelices debido a las repetitivas quejas y desmotivaciones de otros. Asegúrate de rodearte de personas que van hacia adelante, luchando por sus sueños y creyendo en que todo es posible sin importar que pueda estar por venir, esto activará en ti el sentimiento de querer ir por más y sentirte feliz en el camino.
Agradece: Por muy simple que parezca, el dar gracias activa en nuestra mente una sensación de paz, lo que nos conlleva a sentirnos felices. Es un paso que aunque parezca sencillo muchos lo pasamos por alto y lo sustituimos por la queja, lo que nos genera amargura y frustración. Comienza, vive y termina tu día con un GRACIAS y esto te hará feliz.
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