You are currently viewing ¿Cómo afecta la ausencia del padre en los niños y niñas?

Hablemos de los padres ausentes, una realidad que según la psicóloga de Clínica Ciudad del Mar, Claudia Badilla, puede generar efectos negativos en la vida adulta de aquellos niños que viven en hogares monoparentales. “El padre contribuye a la motivación del hijo para relacionarse con el exterior, explorar y experimentar con el mundo, en apoyar al hijo a ir descubriendo y perfilando sus intereses”, afirma destacando la importancia de la figura paterna.

Consecuencias del padre ausente
Según la especialista Claudia Badilla, “el psicoanálisis postula que la presencia del padre facilita procesos de diferenciación e individuación, favorece el proceso de tipificación sexual. El padre, de acuerdo a Freud, es un representante de la ley, participa en la formación de estructuras importantes en la regulación de la conducta y adaptación a la sociedad”.

El enfoque cognitivo conductual, otro punto de vista del problema desde la psicología, plantea que a partir de las experiencias de los niños, se van formando creencias y aprendizajes que influyen en su comportamiento, desde la forma en que se perciben las situaciones, pensar, emocionarse y actuar. “Una experiencia positiva con el padre aporta en la formación de estilos de comportamiento que facilitan la adaptación a lo largo de la vida”, precisa Claudia Badilla.

Según relata el psicólogo alemán Erich Fromm en su libro “El arte de amar”, el infante necesita el amor incondicional, pues tiene relación con la autoestima y confianza en sí mismo, los demás y el mundo. El niño necesita guía paterna, un concepto que la especialista de Clínica Ciudad del Mar profundiza al afirmar que “el padre tiene un rol fundamental en la socialización, traduce las normas y funcionamiento social, vinculándolo con el entorno y la cultura”. Por esta razón “ayuda a descubrir y desarrollar habilidades para adaptarse al mundo externo, aportando desde un enfoque práctico y racional”, agrega.

Los motivos tras la ausencia

La ausencia del padre responde a diversos factores, entre los cuales se encuentran el rechazo al hijo o hija, muerte prematura del padre, indiferencia o problemas de comunicación. “Esto puede crear para el niño un contexto de privación afectiva, cognitiva y física, que no favorece que se desarrolle de manera saludable desde el punto de vista psicosocial. Se expresa de manera diferente en las distintas etapas del desarrollo”, explica la psicóloga.

Esto se traduce en trastornos del comportamientos, entorpece el desarrollo de hábitos, adquisiciones cognitivas y motrices en niños pequeños. En pre-escolares y escolares se relaciona con ansiedad (temores fóbicos), fantasías de abandono tendencia a la auto-culpabilización, sentimientos depresivos, dificultad en las relaciones sociales, entre otras consecuencias.