You are currently viewing Cuando sufrir es necesario para crecer

Cuando se trata de temas del corazón todo tiende a ser más intenso, y muy doloroso en algunas ocasiones. A lo largo de tu vida siempre conoces algún caso de un amigo, primo, hermano, papás etc… que pasan por una separación. Como persona externa tratas de dar apoyo, la mayoría de la veces, al  más débil o al que es tu amigo o familiar, intentas de una u otra forma mitigar el dolor que la otra persona siente: estar presente, escuchar más que opinar y sobre todo contener. Muchas veces tiendes a pensar que puedes ponerte en el lugar de la otra persona y casi sentir su dolor.

Cuando la protagonista eres tú

¿Pero qué pasa cuando ahora el protagonista eres tú? Todo lo que algún día diste de consejo lo ignoras y ves que tu vida se derrumba en tu nariz y que no puedes hacer nada. Lejos las peores palabras que puedes escuchar es un “ya no siento lo mismo” y ahí en ese preciso momento corre un frío por tu espalda que te congela, te paraliza, esas simples palabras tienen la capacidad de dejarte sin aliento.

Primero pasas por la etapa de negación, piensas que es una simple pelea, y tratas de convencerte que en dos días más estarás nuevamente con esa persona. Luego eres capaz de verbalizarlo, en ese momento todos repiten  una y otra vez que pasará y te dirán la típica frase cliché “El tiempo te dará la respuesta” y si bien con el tiempo logras entender que realmente eso sucede, en ese momento piensas que es una ¡mierda! Que ese tiempo que antes pasaba volando y que ni siquiera lograbas disfrutar, hoy es eterno, los días, las horas, los minutos son interminables; una especie de bola imaginaria se aloja en medio de tu garganta y no te permite tragar y dificulta hasta tu respiración.

Te das cuenta que hasta que no lo vives, no sabes que realmente lo único que pasa por tu cabeza es; “moriré de pena”, te sientes completamente perdido, es como que en un abrir y cerrar de ojos apareciste en medio del desierto y no ves nada a tu alrededor.

Con el tiempo sí encuentras respuestas

Con el tiempo me logre dar cuenta que aunque en ese momento encontraba que no lo necesitaba, crecí como persona, aprendí que de amor uno no se muere y que antes de ser feliz con un otro debía ser feliz conmigo, aprendí que la vida no se trata de vivir para alguien si no para mí. Me ayudó a ver quienes eran realmente mis amigos, que la familia no se cambia por nada ni por nadie, que son y serán siempre el apoyo fundamental en la vida.

Hoy después de 4 años miro hacia atrás y me siento renovada con un crecimiento interno impagable, con un invierno a cuestas que duró cerca de 8 meses. Después de un tiempo volví con mi pareja y llevo 3 años de veranos y primaveras, con la convicción de que el crecimiento que nos dejó ese crudo invierno era necesario, que cuando hay amor todo es posible, y mirando nuestra vida de otra forma.

“Dedicado a quien estuvo sosteniendo mi mano en mi invierno y que hoy sostengo con mucha fuerza la suya, mi amiga Loreto”

También puedes ver: 15 frases de amor.

Pía Berrios Álvarez

Kinesióloga