Hay rizos y rizos. No es lo mismo hablar de un cabello ondulado que un cabello definido y rizado. Conocer estos conceptos e identificar cuál es tu tipo de rizo es fundamental para entregarle el cuidado que merece.
- Porosidad: Se refiere a la capacidad que tiene nuestro cabello de absorber y mantener la hidratación. Conociendo cuál es tu porosidad podrás saber qué productos te benefician y sacarles más provecho.
- Textura: Con textura nos referimos a si el cabello es fino o grueso.
- Densidad: La densidad capilar es la cantidad de cabello que tenemos en la cabeza y que nacen en el cuero cabelludo. Por ejemplo, si tu densidad es baja te recomendamos el uso de productos ligeros que no disminuyan el volumen, mientras que para cabellos con densidad alta, el uso de geles o cremas sería lo apropiado.
- Elasticidad: Es una de las propiedades más importantes y nos habla de la capacidad que tiene el cabello para estirarse y volver a su forma natural sin ayuda.
- Córtex del cabello: Es la parte principal del cabello, está formado por células entrelazadas en el cabello rizado, al contrario que en el cabello liso donde las células están perfectamente ordenadas, dándole ese desorden natural a tus rizos.
- Raíz: La raíz del cabello rizado es especial, ya que su forma tiene similitudes con el efecto de un palo de golf, lo que produce un giro irregular en la fibra del cabello, al contrario de lo que ocurre con el cabello liso.
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