You are currently viewing Cuidados especiales con los abuelitos en invierno

¿Sabías que los adultos mayores tienen más problemas para percibir adecuadamente la temperatura? “En los adultos mayores la piel disminuye su espesor y los receptores cutáneos pierden sensibilidad a la temperatura, por lo que el anciano puede tener dificultad para percibir con certeza si tiene frío o calor”, explica Andrea Lobos, Jefa de carrera Técnico en Gestión Social e Integración del Adulto Mayor de la U. del Pacífico.

Es por ello que en esta época de frío, la primera medida que se recomienda es tratar de mantener templadas las habitaciones. “Se sugiere vigilar la temperatura de la habitación de un adulto mayor en valores entre 18 a 24 grados Celsius, utilizando preferentemente estufas eléctricas o de gas y mediante la instalación de un termómetro”, precisa la experta.

Andrea Lobos dice que “es importante señalar que las bajas temperaturas influyen aumentando la presión arterial, por lo tanto los adultos mayores son más susceptibles a estos cambios. Por tal motivo, se recomienda mantener un constante control, particularmente  de los adultos mayores hipertensos”.

En relación a los ancianos que padecen artrosis, la especialista de la Universidad del Pacífico comenta que las temperaturas invernales influyen en las dolencias típicas de esta enfermedad, aumentando las contracturas musculares. “Ante esta situación, se recomienda tomar baños de agua caliente para disminuir la rigidez y evitar aquellas actividades que requieran gran esfuerzo físico”, plantea.

La especialista señala que los cambios bruscos de temperatura también inciden en la aparición de enfermedades respiratorias. “Por eso, además de asegurar una adecuada ventilación, hay que evitar la exposición prolongada al humo de braseros o estufas de kerosene y tener cuidado con los niveles de monóxido de carbono al encenderlas”, sugiere.

En el caso de los adultos mayores no autovalentes, los cuidados especiales dependerán de su estado general y mental, así como de los recursos de la familia. “En general, se intenta mantener su capacidad funcional para evitar complicaciones para lograr una buena calidad de vida”, indica Lobos.

Para conseguirlo, señala que las condiciones ambientales son clave, por lo que es relevante que la habitación sea tranquila, iluminada, aireada y con temperatura agradable. “También es importante no abrigar demasiado al adulto mayor si se encuentra en cama, procurar que no transpire y, de ser así, cambiar la ropa húmeda por ropa seca. Por lo mismo, se sugiere utilizar pijamas de algodón para evitar la sudoración y además mantener una ingesta de líquido varias veces al día”, agrega.

En cuanto a la alimentación, la especialista aconseja una dieta que aporte energía y, por ende, calor. “Es importante mantener una buena alimentación que asegure un adecuado aporte calórico a través de la ingesta de carbohidratos y lípidos, sin olvidar los alimentos con alto contenido proteico”, puntualiza.

Asimismo, la docente de la Universidad del Pacífico comenta que aunque durante las estaciones más frías la sensación de sed es menor, es importante que los ancianos beban agua en cantidades adecuadas (2 litros al día), evitando el consumo de alcohol debido a que es un vasodilatador e incrementa la pérdida de calor.

Otro factor que no se debe olvidar es hacer actividad física, pero teniendo cuidado de la temperatura del lugar donde se realice. “Se aconseja realizar actividad física a la intemperie cuando la temperatura sea superior a los 5ºC, realizando un calentamiento previo antes de salir de la casa, ya que esto mejora la sensación térmica y así la persona siente menos frío. En invierno se recomienda elegir las horas centrales del día que son las menos fríos”, explica.

De igual modo, recuerda que es necesaria la exposición a la luz solar para obtener la vitamina D, esencial para mantener el metabolismo normal del calcio. “Se recomienda exponerse al sol entre las 9 y 10 de la mañana o después de las 3 de la tarde, dos veces a la semana, por un periodo de 10 a 20 minutos”, indica.

Recomendaciones de autocuidado

–  Mantener una correcta hidratación, aunque en invierno sentimos menos sed.

–  Ventilar constantemente el hogar: abrir las ventanas 15 minutos durante la mañana y 15 minutos durante la tarde.

– Mantener una dieta balanceada rica en alimentos que contengan mayor cantidad de antioxidantes. para que así podamos reforzar nuestro sistema inmunológico y no ser tan vulnerables a los cambios climatológicos. Entre los más destacados están: el brócoli, la espinaca, los tomates, el ajo, la naranja y el aceite oliva.

–  Evitar los cambios bruscos de temperatura.

–  Usar ropa adecuada, que evite la pérdida del calor corporal.

–  Ante síntomas del resfrío, no auto medicarse y consultar a la brevedad con el médico.

Recomendaciones para prevenir enfermedades estacionales

Para evitar la transmisión de infecciones respiratorias se recomiendan los siguientes pasos:

–  Taparse  la boca con el antebrazo al toser o estornudar.

–  Eliminar los pañuelos de género, debido a que son reutilizables y mantienen microorganismos.

–  Usar pañuelos desechables.

–   Lavarse las manos con frecuencia.

–  No visitar enfermos con infecciones respiratorias.

–  Evitar las aglomeraciones de público.

–  Los adultos mayores de 65 años deben vacunarse contra la influenza.

Foto de: lafiera.mx