“Hasta que la muerte los separe” es la frase que marcó la vida de Alexander y Jeanette Toczko, una pareja de ancianos que llevaba 75 años de feliz matrimonio, hasta que cumplió su último deseo de morir uno en los brazos del otro, profesando su amor hasta el final. Alexander (95) y Jeanette (95) se fueron con menos de un día de diferencia, y su hija Aimee Toczko-Cushman documentó su historia en un video que hoy recorre los medios de comunicación.
Alexander (95) y Jeanette (95), oriundos de California, Estados Unidos, se conocían desde que tenían 8 años, se casaron en 1940, y siempre profesaban que odiaban estar separados. Según Aimee, su historia no conocía esta palabra, “mi papá siempre llevaba una foto de la Primera Comunión de mi madre en el bolsillo de su traje”.
Hace unas semanas, Alexander sufrió una fractura de cadera y cayó en cama. Jeanette también se enfermó, por lo que un hospital local les proporcionó camas especiales donde podrían unidos. “Puedo recordar que todo el tiempo sus corazones latían como un todo”, dijo su hija, Aimee. Incluso la enfermera que los cuidaba señaló que su caso era una de las cosas más increíbles que había visto en su vida, ya que los dos tenían unidas hasta sus últimas respiraciones.
Cierto día Jeanette preguntó “¿Qué fecha es hoy?, a lo que sus hijos respondieron que estaban en junio. Entonces ella les dijo que el 29 de junio era su 75 aniversario de bodas. Entonces, la familia se organizó para celebrarlos comprando globos y flores para decorar sus camas. “Les deseamos feliz aniversario y mi madre estaba feliz porque que sabía que él se iría pronto, y habían logrado cumplir 75 años juntos”, dijo Toczko-Cushman.
Los siguientes días sus hijos dejaron que la pareja compartiera sus últimos momentos a solas. Todos estaban conscientes de lo que podría suceder, ya que recordaban la frase que sus padres continuamente les decían: “Siempre confesaron que querían irse en su cama, tomados de la mano, y uno en los brazos del otro”, dijo su emocionada hija.
Cuando Alexander falleció, Jeanette solo expresó “espérame, voy a estar allí pronto”, y cumpliendo lo que tanto habían deseado, cerca de 24 horas más tarde la mujer se unió a su esposo. “Ambos entraron por las puertas del cielo de la mano”, cuenta Toczko.
La pareja fue enterrada el lunes por la mañana en el Cementerio Nacional de Miramar, dejando como legado 5 hijos, 10 nietos y 6 bisnietos.
Por Claudia Ansieta A.
Foto de Aimee Toczko-Cushman
