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¡El tiempo pasa volando!Pareciera que fuera ayer cuando recuerdo el momento más importante de mi vida, el nacimiento de mi hija. Sin darme cuenta este año cumplirá tres años y más de alguna mamá me ha dicho que la tengo que postular al colegio ¡ya!

¿Bilingüe? ¿religioso? ¿escuela pública o privada? ¿el de al lado de casa o ese tan bueno con un método pedagógico propio que está muy lejos? Elegir un colegio, es una decisión sumamente importante, ya que es el lugar donde pasará mayor tiempo nuestro hijo. Para hablar de este tema conversamos con la educadora de párvulos de la Universidad Católica y gestora en Chile del taller Happy Baby, certificada del método The Happiest Baby on the Block, Rosario Sepúlveda Camposano.

“Existen colegios de gran prestigio que tienen una alta demanda, sin embargo hay pocas vacantes disponibles, todos quieren lo mismo, no hay espacio suficiente para todos, por otra parte, muchos colegios suelen ser muy exigentes en cuanto al desempeño de los niños, por lo que son sometidos a exámenes de admisión que usualmente son estresantes para toda la familia”, nos cuenta Rosario.

Son varios los factores que debemos preguntarnos al momento de elegir un colegio. Primero debemos definir cuáles son nuestras ideologías y costumbres, “qué es lo que buscamos para la formación de nuestros hijos, con eso en mente es importante investigar y conocer las distintas posibilidades y su proyecto educativo, para así poder distinguir lo que mejor se adapte. Por ejemplo, si veo que mi hijo tiene una alta inclinación artística, ojalá poder buscar un lugar donde esas habilidades sean valoradas”, explica la Parvularia.

La educación siempre ha sido un tema de conversación en la mesa, son tantas las dudas y preguntas inquietante para todos, como por ejemplo que aún se necesita mejorar la formación de las Educadoras de Párvulos, disminuir la proporción de niños y adultos dentro de la sala de clases entre otras cosas. Me parece que hay mucho que cambiar, estamos muy obsoletos, es increíble entrar a una sala de clases donde están haciendo exactamente lo mismo que se hacía cuando yo estaba en preescolar”, advierte Rosario.

La pregunta del millón está en ¿Cómo es posible que no haya pasado nada en tantos años en la educación? “ Creo  que debemos volver a mirar a nuestros niños y respetar cómo aprenden, revalorar el juego como una fuente infinita de oportunidades para aprender, darles más espacio para explorar, para pensar, para probar, para equivocarse, para conversar, darles realmente las posibilidades de desarrollar aquellas herramientas que les permitan ser exitosos fuera del colegio, porque no aprendemos para el colegio, aprendemos para la vida, y mientras nuestros currículums estén cargados únicamente al conocimiento y dejemos de lado el desarrollo de habilidades creo que va a ser difícil avanzar” concluye la especialista.

Por: Andrea Neumann Mebus

Foto de: yademasmama.com