You are currently viewing Epidemia de autoimagen, ¿diez años y disconforme con el cuerpo?

Niños y niñas. No por igual, pero ambos géneros. Apenas con 8 años, asomándose al descubrimiento de su identidad, ad portas de enfrentarse al período quizá más difícil de cruzar en la vida, la adolescencia, y preocupados de su apariencia física. Un absurdo real.

Este tan poco prometedor escenario proyecta un porvenir dificultoso y sumamente riesgoso. La temprana preocupación concerniente a estos temas, predice un evidente peligro al que se verán expuestos justo en plena adolescencia: los desórdenes alimenticios. Y ¡ojo!, estos pueden exhibirse como un problema de por vida.

Un nuevo estudio inglés publicado por The British Journal of Psychiatry, siguió de cerca a seis mil niños sub 14, partiendo desde los 8 años, para analizar la percepción que tenían respecto de su cuerpo. Descubrieron un patrón extendido de autoimagen sumamente vulnerable. No sólo este dato es alarmante, sino lo que explican puede derivar en una ola de trastornos alimenticios que aqueje sus vidas a partir de la adolescencia. Lo que parte como un suave viento, termina siendo ráfaga o huracán. 

De la investigación resultó que el 5% de las mujeres y el 3% de los hombres, de los menores a sus 8 años, estaban disconformes con sus cuerpos. Esta cifra se agravaba cuando los niños alcanzaban los 14 años. El 39% de las mujeres mencionó haber hecho algún tipo de dieta durante el último año y el 8%, había tenido episodios de atracones. A su vez, de los varones, el 12% mencionó haber estado en una dieta el último año y el 3,5% haberse provocado atracones.

Además, se expuso que un elemento destacable para iniciar el proceso que revierte esta tendencia, un quinto de las niñas indicaron sentir presión frente al medio que las incitaba a perder peso.

Es necesaria más información para entender y descubrir una aproximación más acertada. De acuerdo con el National Institutes of Health (NIH) y “Times”, la investigación continúa para descubrir que los desórdenes alimenticios son más complejos y pueden ser causados por una interacción de la genética, biología, psicología y factores sociales

Por: Natalia Vidal Toutin

Foto de: nameberry.com

Niños y niñas. No por igual, pero ambos géneros. Apenas con 8 años, asomándose al descubrimiento de su identidad, ad portas de enfrentarse al período quizá más difícil de cruzar en la vida, la adolescencia, y preocupados de su apariencia física. Un absurdo real.

Este tan poco prometedor escenario proyecta un porvenir dificultoso y sumamente riesgoso. La temprana preocupación concerniente a estos temas, predice un evidente peligro al que se verán expuestos justo en plena adolescencia: los desórdenes alimenticios. Y ¡ojo!, estos pueden exhibirse como un problema de por vida.

Un nuevo estudio inglés publicado por The British Journal of Psychiatry, siguió de cerca a seis mil niños sub 14, partiendo desde los 8 años, para analizar la percepción que tenían respecto de su cuerpo. Descubrieron un patrón extendido de autoimagen sumamente vulnerable. No sólo este dato es alarmante, sino lo que explican puede derivar en una ola de trastornos alimenticios que aqueje sus vidas a partir de la adolescencia. Lo que parte como un suave viento, termina siendo ráfaga o huracán. 

De la investigación resultó que el 5% de las mujeres y el 3% de los hombres, de los menores a sus 8 años, estaban disconformes con sus cuerpos. Esta cifra se agravaba cuando los niños alcanzaban los 14 años. El 39% de las mujeres mencionó haber hecho algún tipo de dieta durante el último año y el 8%, había tenido episodios de atracones. A su vez, de los varones, el 12% mencionó haber estado en una dieta el último año y el 3,5% haberse provocado atracones.

Además, se expuso que un elemento destacable para iniciar el proceso que revierte esta tendencia, un quinto de las niñas indicaron sentir presión frente al medio que las incitaba a perder peso.

Es necesaria más información para entender y descubrir una aproximación más acertada. De acuerdo con el National Institutes of Health (NIH) y “Times”, la investigación continúa para descubrir que los desórdenes alimenticios son más complejos y pueden ser causados por una interacción de la genética, biología, psicología y factores sociales

Por: Natalia Vidal Toutin

Foto de: nameberry.com