Para nuestro aniversario decidimos ir a pasar unos días en West Palm Beach/Palm Beach. Ambos habíamos escuchado mucho sobre la belleza del lugar, la comida, el arte, etc. Si hay algo que a mí me gusta, entre muchas otras cosas, son las galerías por lo que el lugar se me hacía, especialmente atractivo. “Las casas en la playa son como de película” me habían comentado varias personas. Y si a eso además le sumamos que estamos a poco más de 60 minutos en carro, el panorama era ideal.
El Hilton West Palm Beach fue el lugar que elegimos para hospedarnos. Debo reconocer que a mí no me gusta para nada esta cadena de hoteles, ya que encuentro su decoración anticuada, poco acogedora y con no muy bien mantenimiento. Sin embargo, el hotel había sido inaugurado hacia sólo unos años y en las fotos se veía bastante moderno y bien cuidado. Yo sé que la internet aguanta mucho, pero decidimos correr el riesgo. El precio era razonable, el área de la piscina y el jardín eran bonitos, su restaurant tenía muy buena crítica y parecía estar bien ubicado. Y la verdad es que no nos decepcionó. Aunque no es un hotel de lujo es bonito y muy agradable.
Efectivamente la ubicación del Hilton es excelente. Claro que siempre depende qué es lo que uno busca. Como nosotros vivimos en la playa no nos importó que ésta estuviera a poco más de tres kms, en la vecina Palm Beach. Pero volviendo a WPB, justo en su epicentro se encuentra el hotel y sólo cruzando la calle estás en CityPlace, que más que un mall es un distrito comercial con una plaza al aire libre con aguas danzarinas, teatros, tiendas y restaurantes. En fin un lugar encantador donde puedes encontrar música y arte en vivo.
Lamentablemente, ese día hacía mucho calor, llovía como loco y, para peor era lunes por lo que no había ni un alma paseando. Salvo los restaurantes que a la hora de almuerzo estaban llenos especialmente el City Cellar, que fue donde comimos nosotros (en un próximo artículo les cuento más detalles).
Ya que la ciudad no es muy grande y, desde el City Place, salen dos de los tres recorridos del tranvía, que es gratuito (sólo le dimos una propina al chofer) decidimos conocer el resto del lugar sentados y lejos de la lluvia torrencial que caía en ese momento. Así llegamos a Clematis Street, hogar de decenas de cafés, restaurantes, coloridos murales y bares de moda. Vimos bellos parques (Waterfront park), un anfiteatro al aire libre. Luego, ya con nuestro auto, nos fuimos a Northwood Village, conocido por sus galerías de arte y su cocina internacional. De verdad me sorprendió la cantidad de lugares para comer o simplemente tomarse una copa y de pinturas, esculturas, entre otros que vimos.
Como dije a mi me encanta visitar galerías de arte ya sea de artistas conocidos como de nuevos exponentes. Y la verdad es que la oferta en WPB es sorprendente. Las calles de la ciudad están adornadas por hermosos murales y esculturas. No hay un solo rincón que no tenga alguna inspiración. La ciudad busca erradicar “el concepto erróneo de que el “arte callejero” es malo”. Para esto crearon un programa que permite al paseante sorprenderse con estas expresiones artísticas sin tener que acudir a lugares museos o pinacotecas, a la vez que les permite a los pintores, que no tienen acceso a colecciones privadas a darse a conocer. Uno de estos lugares que yo deseaba conocer es el Culture LAB, un centro de arte cultural y espacio creativo que sonaba muy interesante, pero estaba cerrado ese lunes.
Obviamente con sólo 2 días, siendo el primero lunes y con la lluvia torrencial que hubo nos quedó mucho que conocer. En el caso que Uds. si tengan más tiempo les invito a visitar el Flager Museum, Norton Museum, South Florida Science Center (centro de ciencias), Palm Beach Zoo y el Aquarium, que ofrecen entretención para toda la familia y tienen muy buena crítica. Además no pueden dejar de cruzar alguno de los tres puentes que separan las dos Palm Beach y ver las lujosas casas y el famoso The Breakers Hotel.
Y por último, pero no menos importante, está el Palm Beach Outlets donde encontrarán más de 100 marcas conocidas. Mientras que los hombres que no les gusta ir al mall pueden jugar golf en algunas de sus espectaculares campos.
Como pueden ver hay mucho que hacer en West Palm Beach/Palm Beach. Hay panoramas para todos los gustos y bolsillos. A pesar de que nosotros manejamos hasta allá, y los especialistas aseguran que ésta es la mejor manera de recorrer ambas ciudades. Por alrededor de 20USD, pueden tomar el Brightline, que promete llevarte desde Miami a tu destino en sólo 1 hora y 15 minutos y en asientos de primera clase.
Joanna Wurmann
Corresponsal Miami de Mujer y Punto
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