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Amigos y compañeros solteros, si son como yo, sin duda estarán cansados de escuchar las mismas cosas una y otra vez:

“¿Por qué no tienes pareja?”

“Eres demasiado guapo/a y simpático/a para estar soltero/a”

“Estás soltero/a, no te preocupes ya encontrarás a alguien…”

Esta última me parece ridícula, como si lo único que uno quisiera es estar en pareja, como si la alternativa fuese equivocada o un error.

Durante años he estado soltera, y repetidamente he contestado a todas estas preguntas y afirmaciones: “No estoy enamorada de nadie.”

Hay quienes dicen que cuando te enamoras de alguien, sientes euforia y un debilitamiento en las rodillas. Supuestamente “simplemente lo sabes”. Es algo sobre lo cual no tienes ningún control.

Por otro lado hay personas que me dicen que amar a alguien es un “opción”, algo que puedes controlar.

He aprendido que todas estas personas no me están hablando de la misma fuerza, sino que de dos fuerzas completamente distintas:  estar enamorado y amar a alguien.

¿La gran diferencia? Uno puede existir sin el otro, pero el otro no.

Amar es elegir amar. Amamos a nuestros padres porque nos dieron la vida y gracias a ellos estamos aquí, amamos a nuestros amigos porque hemos elegido acompañarnos en el camino de la vida, amamos a nuestras parejas porque están ahí para nosotros y nos hacen ser la mejor versión de nosotros mismos para ellos. Pero, ¿sabemos si estamos enamorados de nuestras parejas?

El año pasado terminó mi relación con mi actual ex-novio. Una mañana me desperté y me di cuenta de algo: no estaba enamorada del hombre que tenía a mi lado.

Cuando traté de explicarle lo que sentía fui incapaz de encontrar las palabras correctas. No me podía expresar asertivamente porque apenas comprendía yo por qué sentía lo que sentía.

Lo único que podía decir con certeza era que estaba insatisfecha. Cuando traté de racionalizarlo llegué a la conclusión de que le tenía un cariño muy profundo. Lo respetaba, confiaba en él, incluso lo amaba – pero no estaba enamorada de él.

Amar a una persona es apoyarla en sus pasiones; estar enamorado de una persona no es solamente apoyarla en sus pasiones, sino también admirarla hasta el punto que su apetito por ellas motive tu apetito por las tuyas.

Amar a una persona es poder compartir todos tus pensamientos con ella; estar enamorado de una persona es el poder compartir todos tus pensamientos con ella y cuando no estás con ella verla en todos los lugares a los que vas, pensar en el en cada persona que conoces y sentirlo en cada aroma que huelas.

Amar a una persona es sentirse mejor con sus abrazos; estar enamorado de una persona es sentirse mejor en sus abrazos y subsecuentemente sentir el deseo de complacerla de la misma manera cada vez que puedas porque sientes el mismo fervor de expresarte físicamente como emocionalmente.

Puedes estar enamorado de tu pareja y amarlo vendrá automáticamente en ese paquete, pero no necesariamente tienes que estar enamorado de tu pareja para amarla.

Una y otra vez me pregunto si debería haber aceptado alguna de las ofertas de buenos hombres de ser su novia. Las he declinado todas y sigo soltera.

Pero, en mi corazón, sé que está mejor así. Si hubiese tenido que ser con alguno de ellos, hubiese sido, porque me habría sentido indescriptiblemente feliz con su oferta.

Siempre los podría amar y, para algunos, amarlos sería suficiente. Pero, para otros, enamorarse y mantenerse enamorado, sin opción ni razón, es la única forma de experimentar amor.

Emparejarme con un hombre que creo que puedo amar, con la esperanza de enamorarme en el tiempo, es simplemente un riesgo que no estoy dispuesta a tomar. 

Es mi creencia de que cada uno de nosotros, como humanos, tenemos umbrales únicos en lo que respecta a nuestra apreciación de lo que significa “estar enamorados”. Deberíamos respetar y acatar nuestros umbrales personales y poner toda nuestra fe en ellos.

Este umbral varía de persona en persona basado en cuán intensamente cada uno pueda enamorarse de otro.

No deberíamos juzgar el amor de otra pareja. No deberíamos juzgar el cómo ama una persona respecto de otras. 

No deberíamos juzgar a una persona soltera por estar soltera, ya que no sabemos cómo es su emocionalidad y cuán fácilmente logra enamorarse (y si es que quiere hacerlo).

Todos somos únicos y todos sentimos distinto, no hay que esperar que todos seamos iguales ya que simplemente no lo somos. Si alguien se siente mejor y más realizado cuando está en pareja muy bien por él, pero si alguien se siente mejor y más realizado soltero que emparejado, ¡bien por él también!

Fuente: Elite Daily