Ya son comunes y conocidas las humillaciones a las que son sometidas las mujeres en algunos países de oriente. Restricciones y leyes en su desmedro hacen que tengan que vivir a diario como prisioneras y esclavas, una triste realidad que parece no cambiar con el paso del tiempo. Ahora es una provincia del este de Afganistán llamada Nanganhar, la que decidió prohibir a las mujeres salir de sus casas, a menos que haya un motivo previsto por la ley islámica. De ser así, solo podrán salir a la calle con burka y acompañadas por un hombre.
La medida rige desde el sábado y fue impuesta por el grupo yihadista del estado islámico, el cual es aún más violento que los talibanes. A través de folletos repartidos en todos los distritos de la provincia, hicieron saber a la población acerca de esta nueva prohibición que se instaura con el objetivo de crear miedo entre las masas.
Por si fuera poco, los yihadistas también avisaron a los líderes tribales que no podrán celebrar las reuniones de los tradicionales consejos y que en su lugar dirijan los casos legales a las cortes del estado islámico. Además, ordenaron construir mezquitas en donde no las hay y que todas las personas recen juntas en los templos religiosos y no en sus casas.
Según un miembro del Consejo Provincial llamado Zabihullah Zamarai ”Estas advertencias son para fortalecer su influencia, no para promover el islam. El grupo está asentándose y ganando más influencia. Ahora se están volviendo más violentos e incluso han comenzado a decapitar personas”, afirmó el político.
En las últimas semanas los enfrentamientos entre yihadistas y talibanes se han mantenido tanto en Nangarhar como en otras provincias de Afganistán. Lamentablemente las más perjudiacadas siguen siendo las mujeres, quienes son las primeras en sufrir las consecuencias de estos violentos grupos.
Por: Fernanda Urzúa M.
Foto de: taringa.net
