Después de las olimpiadas son muchos los medallistas que vuelven a sus casas con regalos en las manos, desde casas o autos hasta viajes. Cualquier tipo de petición será escuchada dentro de cada país, pero lo que solcitó una de ellas dejó a todos impresionados. Faith Kipyegon es una atleta de Kenia y recientemente ganó una medalla de oro en los 1.500 metros en Río 2016, llevó la alegría cuando volvió a casa y en vez de pedir lujos para ella, se concentró en llevar la electricidad a su aldea natal.
Kipyegon nació en Ndabibit, un pequeño pueblo que sabe lo que es vivir en la oscuridad porque desde que se fundó en 1980 nunca ha tenido luz. Por más de 30 años se han acostumbrado a ver con la ayuda de la luna y velas, pero gracias a esta mujer que posee un récord en su país todo cambió de la noche a la mañana.
Todo se generó después que el padre de la campeona olímpica, Samuel Koech, declarara la necesidad que tenían después que su hija ganara medalla: “Demando al presidente Uhuru Kenyatta que se asegure de que nuestra aldea tenga electricidad para que pueda ver cómo mi hija Faith corre y gana medallas para Kenia”.
Sin duda esa petición se escuchó fuerte y claro porque justo después de 24 horas que Koech dijese eso, un equipo de técnicos contratado por el gobierno de ese país comenzó a instalar postes de línea eléctrica. Fue así como comenzaron a unir todo el lugar y en solo 9 días Ndababit tuvo por primera vez luz.
Pero eso no fue todo porque el papá de Kipyegon además recibió un televisor nuevo para que nunca más se pierda la oportunidad de ver a su hija competir. Koech fue entrevistado después de este gran suceso y dijo que: “Solo puedo agradecerle a Dios que me haya regalado una hija tan maravillosa que ha transformado nuestro pueblo y pido que le dé fuerza y salud para que siga ganando más medallas para Kenia”.
Incluso el Secretario de Energía y Petróleo de Kenia, Charles Keter, comentó en las redes sociales el logro que fue para esa aldea tener por fin electricidad.
Todos en la aldea estántremendamente agradecidos con la atleta y hasta uno de los vecinos dijo cómo se sentían los aldeanos: “Agradecemos a Faith que nos haya liberado de los poderes de la oscuridad. La recordaremos a ella y a su medalla de oro hasta el final de nuestras vidas, porque a nuestra aldea ha llegado la electricidad gracias a su excelente actuación en los Juegos Olímpicos”.
Por: Catalina Grez M.
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