You are currently viewing La soledad no es tan mala como la pintan

La soledad no es un defecto, es una virtud. Eso es lo que aseguran cada vez más expertos en el mundo que tratan de que la gente deje de tenerle miedo a un estado que, bien manejado, puede mejorar significativamente nuestras vidas.

Para muchos, de hecho, la soledad incluso se hace necesaria, pues de ella depende que aprendamos a conocernos mejor a nosotros mismos y, por ende, que podamos relacionarnos mejor con el resto del mundo.

Según la psicóloga y terapeuta de pareja Nelly Rojas de González, “solo puedes saber realmente quién eres y solo puedes tener buenas relaciones con los demás cuando aprendes a estar solo”.

La soledad no puede ser pensada como un defecto. “Mal haría yo en decir que la soledad es mala -dice Rojas-, pues desde el punto de vista psicológico es lo mejor que existe para conocerse a sí mismo y para tener una buena autoestima y respetarse”.

Por su parte, Rodrigo Córdoba, psiquiatra y presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, asegura que “todos los seres humanos tenemos ondulaciones en nuestro estado de ánimo y, como todo en la vida, los extremos son malos, pero la soledad puede hacer que el ser humano explore nuevas cosas, que se encuentre consigo mismo”.

Impulso a la creatividad

Incluso, dice Córdoba, los momentos de soledad pueden impulsar la creatividad de mucha gente. “Para muchos, la soledad es perfecta para leer más, pintar, oír música, pensar en nuevas ideas, nuevos proyectos“, asegura.

Y agrega que “no hay nada más rico que saber disfrutar de los momentos de soledad, porque nos permiten descubrirnos y darnos cuenta de quiénes somos y qué queremos“.

Una politóloga bogotana, sin novio y con un muy buen empleo, está de acuerdo. “Yo la paso muy bien sola. Tengo 31 años y disfruto llegar a mi apartamento por la noche, comer lo que quiera, poner la música al volumen que quiera. Cuando estoy sola, me pongo a leer hasta que se me cansen los ojos y eso no significa que no tenga amigos y no me hace una persona triste”.

Sucede que, según Rojas de González, saber gozarse la soledad solo puede traer cosas buenas. “Es asumir nuestra propia identidad, conocer nuestra sexualidad, ser autónomos, libres”.

Es frecuente que quien no sabe o no puede disfrutar de la soledad haya tenido una infancia y adolescencia en las que no se generaron vínculos fuertes con sus padres.

Todos los extremos son malos

“Una soledad permanente sí puede ser el reflejo de que algo malo está sucediendo y puede ser grave”, asegura Rodrigo Córdoba, presidente de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas. “La cosa se vuelve preocupante cuando la gente no sabe convivir con la soledad, cuando necesita estar rodeada de alguien todo el tiempo, llamar a alguien, sentir a alguien cerca“, afirma.

TEST / ¿Sabe vivir solo?

La psicóloga y terapeuta de pareja Nelly Rojas de González diseñó este test para saber qué tan bien asumes y enfrentas la soledad.

1. ¿Sientes que has sido lo suficientemente importante para sus padres y la gente que te rodea?
2. ¿Tuviste acompañamiento afectivo de tu familia en los episodios de pérdidas?
3. ¿Crees haber procesado y superado las pérdidas de tu infancia y de tu adolescencia?
4. ¿Eres capaz de asumir tus propias emociones y tus sentimientos de dolor, angustia, miedo y tristeza, o los evade y los reprimes?
5. ¿Aprendiste a construir relaciones afectivamente estables con sus padres y hermanos?
6. ¿Te has preguntado alguna vez quién eres sin tu pareja?
7. ¿Es frecuente que te victimices y creas que los problemas que debes afrontar son culpa de los demás?
8. ¿Actúas para complacer a los demás?
9. ¿Sientes que necesitas desesperadamente de tu pareja para sobrevivir?
10. ¿Crees que tu pareja soluciona el problema de soledad que tú no pudiste enfrentar?
11. ¿Necesitas de alguien para llenar tus necesidades afectivas no resueltas?
12. ¿Te quieres a ti misma? ¿Te valoras y respetas?

Si a las preguntas 4 y 5 respondiste NO, y contestaste afirmativamente a las preguntas 7, 8, 9, 10 y 11, no has aprendido a asumir y enfrentar la soledad y es posible que, por eso, tengas problemas para entablar relaciones sanas y estables con sus familiares y amigos. De la respuesta a las tres primeras preguntas depende, en buena medida, la forma en que le sacas partido a la soledad.

Fuente: emol