La muestra tiene por nombre N.N del (latín: Nomen nescio, «desconozco el nombre»)?o NN por sus iníciales en latín es la denominación ampliamente usada entre hispanohablantes para referirse a alguien indeterminado, es decir, sin una identidad específica, ya sea porque se desconoce el nombre real de la persona o para ser usado en un caso hipotético.

El proyecto se desglosa de la siguiente manera: un mural de cien pinturas de 20 x 20 cms,  todas realizadas con Collage y acrílico sobre telas protegidas con barniz  para evitar el deterioro de las mismas. Las cien pinturas están montadas sobre bastidor ancho con los bordes pintados de color negro y colgadas directamente al muro formando un cuadrado exacto de 245 x 245 cms con  un espacio de cinco cms entre cada tela (variable según espacio).

Se presentarán 5 esculturas de formato medio hechas en cerámica gres correctamente montadas. Además realizaré 8 impresiones digitales de 80×100 cms sobre tela intervenidas con pintura.

Otras obras que serán presentadas tienen directa relación con el mural creando una especie de zoom de las obras en pequeño formato

 La obra ha sido realizada a partir del  año 2009- a la fecha  bajo la tutoría del Artista Arturo Duclos, director de la escuela de Arte de la Universidad del desarrollo y consagrado artista nacional.

A primera vista, los retratos de Mauricio Costa (n. 1980) dejan en los espectadores una sensación de imborrable impresión. Estos distorsionados rostros que se pierden literalmente en el anonimato, de allí el nombre de la muestra también, Nomen Nescio: NN (desconozco el nombre), no dejan respiro por su intensidad absoluta y por su reducción a un vocabulario formal desarrollado en pequeñas y urgentes piezas.

La inauguración se realizará el miércoles 1 de agosto a las 19 horas en la Corporación Cultural de Las Condes. 

¿De qué se trata el trabajo de este destacado artista nacional?

Por una parte  Mauricio Costa, entrega asociaciones con las neo vanguardias del expresionismo, así como directamente con los retratos Baconianos, la crudeza del Art Brut y del informalismo español. Pero más allá de las listas de asociaciones a las cuales recurre constantemente la historiografía y la crítica, lo que merece más importancia es como este trabajo se vuelve independiente hacia una investigación de la historia del retrato y de sus rasgos más reconocibles en la era de los medios tecnológicos.

Otro aspecto significativo que desarrolla el  trabajo del artista, se basa en la regularidad y la serialidad de sus formatos lo que entrega una autonomía a las operaciones que realiza. El bloque de cien pequeñas piezas de rostros distorsionados son un ejemplo patente de esta considerable operación.

En una mirada inaugural podemos disgregar las materialidades y del conjunto extraer pedazos de collages, ojos, bocas, narices y fragmentos de rostros cortados a tijeretazos de revistas femeninas. Porciones diseccionadas cual cirugía malévola,  para reconfigurar  semblantes del miedo o de hilaridad, determinados por el azar y la intervención pictórica realizada diestramente por el artista. Un poco de azar y de control  que dan estas puntadas certeras, aceleran su dramatismo bajo negros y tenebrosos fondos aterciopelados.

En conclusión, quisiera reseñar desde este cuerpo de obra, una gran tesis que asoma tras los procedimientos ocultos entre el collage y la pintura. Esta tiene relación con el carácter frankensteiniano de la operación.  Operación pictórica que esconde en la presencia de las mitologías del hombre moderno liberal, el aspecto ominoso de una crisis irresuelta sobre la creación de la era moderna misma.

El simbolismo de la reconstrucción quirúrgica de un homínido, con características sobrenaturales, remite en su sentido gótico, a una forma codificada de expresión que manifiesta la estructura de un orden social  y de su psiquis, la construcción ontológica de una sociedad. Elementos en discusión hoy día en el ámbito de la biotecnología, la suspensión criogénica y la clonación de órganos. Razón por la cual se hace pertinente esta reflexión profunda  y que queda por desarrollar en la investigación acertada de Mauricio Costa.

Arturo Duclos, abril 2011.