You are currently viewing Lo fácil que es perder la fe en el amor por alguien

Comienzas una relación pero nuevamente te das cuenta que el amor no es correspondido y pierdes la fe en el amor. Lo peor de todo es que no importa cuántas veces intentes sanar de eso, porque sin darte cuenta estarás comenzando una nueva relación amorosa… que quizás terminará igual que la anterior. Conoces a un hombre que te mueve el piso y lentamente las cosas van cambiando: es aburrido habla poco y ya no salen. Piensas cuándo has visto esto antes y te das cuenta que todos tus otros amores, han terminado igual.

Todo empieza igual, conoces a alguien que ¡es perfecto y mejor que el anterior! tiene cualidades muy destacables y como si fuese un cuento de hadas, crees que es lo máximo. Estás flotando en las nubes porque no se parece en nada alque vino antes, lo pasas mejor con su compañía y acercarse ya es inevitable. Pasa el tiempo y te das cuenta que las cosas no son como antes y estás aburrida.

¿Cuántas veces te preguntaste que por qué te pasaba eso a ti? Por eso quise enumerar 5 razones del por qué es fácil perder la fe en el amor: viven una relación fantástica hasta que ¡boom! ya no la quieres.

fe
Imagen: Mujer y Punto.

1. Te das cuenta que no es como pensabas

Notas que poco a poco la cosa empieza a cambiar: si bien en un comienzo estabas en el éxtasis del amor, ahora no puedes evitar pensar “qué está pasando”. Ya no es lo mismo de antes y puedes notar que la intensidad de este nuevo y fantástico romance, se está llendo por el baño. Ese rostro que te cautivó cuando empezaron ya no brilla tanto como antes.

Empiezas a conocer otro lado de él y no estás segura si quieres recorrer el mismo camino que antes. Reían, salían, bailaban y disfrutaban la compañía mutua, pero ahora el plan es otro. Comenzaron a quedarse en casa, ver películas o pedir comida a domicilio. Poco a poco se empieza a opacar la situación y de la nada, se torna aburrida.

¿Me puedes decir a qué mujer le va a divertir quedarse aburrida en casa?


2. Poco a poco crece la distancia

Las primeras semanas hablaron TODOS los días, tanto que tu whatsapp ya se colapsó de mensajes. Apenas te despertabas en las mañanas y cuando te acostabas en las noches, lo único que veías era un emoticon, una fotografía divertida o el tierno mensaje “¿veámonos mañana?”. Saliendo siempre, comiendo distintos platillos y escuchando música a todo volumen, sientes que estás en las nubes.

Pero claro, como no todo es color de rosas ya no es lo mismo que antes. Poco a poco crece la distancia entre ustedes y cada vez hablan temas que en verdad sean relevantes. Las conversaciones se tornaron incómodas, silenciosas y bueno, estás desganada.

¿Acaso te gusta estar a su lado mientras piensas que podrías estar en casa durmiendo? hasta ese panorama suena mejor.


3. Comienzas a ver que ya has vivido esa experiencia

Un deja vu pasa frente a tus ojos y sientes que viajas al pasado porque extrañamente, la situación se está conviertiendo en muchas otras que ya has vivido. “¿Cuántas relaciones (largas y cortas) han transitado por ese mismo camino?”, piensas impresionada al ver que también tiene las mismas manías que los otros: cero sensación de compromiso, tiene muchos temas emocionales que por años lo han molestado y para colmo, es de los que prefiere estar con sus amigos tomando o en su casa solo.

“¡Muy bien!”, fue lo que pensé cuando me di cuenta que esto era igual que con los últimos 4 tipos con los que he estado. ¿Estaré escogiendo mal o simplemente me estoy conformando con el que se me cruza?


4. Te sientes como una tonta

Viví lo mismo con los últimos tipos con los que he estado y me siento tonta. ¿Sentiste eso cuando te pasó? piensas una y otra vez en qué hiciste mal y lamentablemente, es lo único que ocupa tu mente. Lo malo de esto es que terminas sintiendote mal contigo misma y eso claramente no vale la pena.


5. Siempre es el mismo final

Al final vuelves al punto de partida y te das cuenta que te conformaste con el primero que se te cruzó. Creíste que sería distinto porque sus colores llamaron tu atención, pero sin dudarlo, estarás mejor sin él. ¿Quién quiere alguien que no es seguro de sí mismo? nadie. Peor aún ¿quién quiere estar con alguien que ni siquiera intentó llegar a amarte?

Todas estas razones me han hecho perder la fe en el amor y bueno, cuesta recobrarla, pero sólo queda levantar el ánimo y no importa si pasamos un largo tiempo así, eventualmente esa sensación desparecerá. Así te darás cuenta que simplemente, no puedes vivir sin el amor y partirás nuevamente a conocer otros caminos.

¡Aunque se pierda hay que recuperarla!

Por: Catalina Grez M.

Imagen: Mujer y Punto.