You are currently viewing Lo que debemos tener en cuenta para cuidar nuestra piel en invierno

El experto en técnicas regenerativas, hormonales y nutricionales, Doctor Luis Martínez, miembro del comité médico de Jeunesse® Global, explica que tenemos muy buena conciencia de proteger nuestra piel en verano, pero sin embargo, en invierno tomamos menos precauciones. Los tejidos guardan memoria de todas las agresiones que sufren y a las invernales se suma el daño del verano. La llegada del frío, la influencia de la luz y la contaminación, son factores climáticos propios del invierno que producen una sigilosa agresión cutánea, principalmente a la piel del rostro que está más expuesta.

De esta forma, el experto recomienda ser consientes principalmente de tres factores que nos ayudarán a proteger nuestro cutis:

Crema protectora: el frío, el viento y la falta de humedad reseca la piel, por lo cual es necesario hidratarla con una crema que tenga vitaminas, como extractos de fruta, lo que llamamos polifenoles. También es importante que en invierno se eviten los baños y duchas muy prolongadas, y el uso de esponjas y jabones muy fuertes: el ideal son jabones suaves como glicerina con un pH más similar al de la piel, evitando que se desprenda o remueva la capa de grasa protectora de la piel que sirve de barrera contra el frío, los microorganismos, el viento y las bajas temperaturas.

En paralelo al daño climático, está la contaminación, por lo que es necesario buscar productos que tengan antioxidantes tópicos incorporados que nos ayuden a combatir la exposición directa a los radicales libres que vienen en el humo o polvo en suspensión y que pueden causar daños como enrojecimiento, ronchas, sequedad o inflamación.

De acuerdo con el médico en invierno se nos olvida que el sol nos sigue afectando y los rayos UVA llegan a nuestra piel, aumentando la exposición cuando vamos a la montaña o la costa. Las cremas que poseen oxido de zinc constituyen uno de los mejores protectores solares. Así, es necesario seguir ocupando un protector solar apropiado al tipo de piel; con un factor mínimo de 15 y su aplicación debe repetirse cada cuatro horas, sin olvidarse de las áreas como labios, orejas y cuero cabelludo.

Hidratación: Se debe ser constante con el consumo de agua, mínimo dos litros al día. “En épocas frías evitamos beber líquidos, pero debemos ser constantes con el consumo de agua, con un mínimo de dos litros. Esta cantidad se debe distribuir durante el día, es decir tomar cantidades pequeñas de agua cada cierto tiempo. Muchas veces se cae en el error de tomar todo el líquido de una vez y olvidarnos el resto de la jornada, y no funciona así porque nuestro cuerpo tiene una capacidad limitada de absorción y lo que en el momento nos sobre lo vamos a eliminar, por lo que no servirá de nada. Por esto es muy importante dividir estos dos litros en ocho vasos de agua al día”, afirma.

Sobre las bebidas calientes Martínez agrega, “el café y el té se pueden tomar con moderación, pero no reemplazaran jamás la ingesta de agua e incluso si se bebe solo esto el cuerpo terminará más deshidratado, debido a la cafeína que es un diurético natural que nos hace perder más líquido, entonces no debemos nunca reemplazar el agua con estas bebidas”.

Alimentación: En invierno el consumo de frutas que tienen cáscara oscura, como por ejemplo las manzanas rojas, la uva, la cereza, entre otras, tienen alta concentración de antioxidantes que pueden ser muy beneficiosos para la piel. También es recomendable ingerir alimentos con omega 7 y omega 3, encontrada principalmente en pescados y mariscos. El ácido linolénico contenido en estas ayudará a retener los niveles de humedad adecuados en la piel.

Por otro lado, el doctor habla sobre los productos caseros que muchas veces utilizamos para cuidar nuestra piel, como vinagre o limón. “Por ningún motivo recomiendo aplicar productos que tengan un componente acido, ya que este puede ser muy abrasivo para la piel. Si la persona tiene metas en torno al cuidado de su rostro obviamente tiene que recurrir a un especialista para que lo oriente. No debemos ponernos a jugar con remedios caseros”, afirma.

El doctor concluye, concientizando sobre que la piel es el principal órgano del cuerpo humano. Funciona como un aislante del medio que nos rodea, protege y contribuye a mantener íntegras sus estructuras; actúa como sistema de comunicación con el entorno así que mide y regula la temperatura; colabora en la hidratación de los órganos internos además sintetiza la vitamina D con el fin de que nuestro metabolismo funcione correctamente. En invierno los cambios bruscos de temperatura de calor (por el aire acondicionado) a frío, afectan con mayor intensidad a los varones que tienen una piel más fina y seca que a los que presentan una piel facial más grasa, por eso el experto recomienda dejar de lado los prejuicios e incentiva a los varones a preocuparse por la salud de su cutis.

Foto de: entremujeres.clarin.com