Cuando vimos la publicación que hizo Lucero en su Instagram, luciendo una linda blusita ombliguera, todos nos quedamos en shock por el perfecto abdomen que no sabíamos que tenía. Así las cosas, a sus 47 años se ve más guapa que nunca y encima goza de una figura que no tuvo a sus 20.
Miles de rumores empezaron a circular sobre el origen de esos cuadritos. Ya saben, que si bótox, que si cirugía, que si anorexia… todo con tal de no creernos la idea de que haya mujeres que logren este cuerpo tan bien torneado a los 47 a base de ejercicio.
Esta fue la foto que nos dejó sorprendidas:
En entrevista con el periódico Reforma, Lucero dijo que no se ha sometido a los cientos de cirugías que le achacan… “No tendría tiempo de estar tanto tiempo en el quirófano” explicó… Y si lo pensamos así, tiene sentido.
Agregó que el tema del bótox y cualquier otra intervención de ese tipo le dan pánico, y que aunque nadie le cree, su figura se debe a su afortunada genética y a su disciplina en temas de salud:
“Yo sé que la gente a veces no me cree. Tengo amigas que me dicen: ‘Es que, ¿cómo?, seguro ya te hiciste algo, recomienda al doctor’. Y les digo: ‘Se los juro que sí se los recomendaría porque no tiene nada de malo’. Pero creo que en mi caso, la genética me ha ayudado mucho, mi papá siempre se veía más joven de lo que era, mi hermano igual. Mi mamá, la verdad, también es muy jovial, tiene muy buena piel, es una mujer que siempre se ha cuidado mucho, luego también se nota cuando hay un cambio en el físico total, no lo puedes esconder”.
Y si observamos a su mamá tiene mucho sentido lo que dice, considerando la edad que tiene su mamá:
Además, Lucero hizo una observación muy importante sobre su físico y su edad:
“Sólo quiero verme de la edad que tengo, pero verme bien, no quiero competir con las chavitas y andar sufriendo porque el tiempo pasa”.
Es una mujer guapísima de 47 años que hace lo necesario para cuidar su cuerpo y su salud y que disfruta de cada año que vive, y eso chicas… se nota:
Para terminar confesó que ama hacer yoga y que hace diferentes ejercicios porque una rutina de gimnasio la aburre, así que prefiere variarle.
Lo que sí es un hecho es que hace ejercicio y come bien, porque esa sigue siendo la fórmula mágica detrás de cualquier abdomen marcado que no haya entrado al quirófano.
Una mujer más que nos inspira a comer decentemente, ¿no creen?
