Existen personas que preferimos evitar, las llaman gente toxica o absorbente de energía. No todas las personalidades son de carácter fuerte para poder evadir a este tipo de seres humanos, pero sí existen algunos trucos para lograr salir corriendo antes que nos contaminen.
-El aprovechador: Todos hemos tenido ese amigo que siempre está un poco corto de dinero y que felizmente acepta una limosna. Cuando nuestros amigos están en un punto difícil en sus vidas, no hay motivo para no ayudarlos o para ofrecerles pagar un par de rondas de tragos para que puedan divertirse con el resto del grupo. El problema está cuando la persona se acostumbrada a que todo se lo den y vive del esfuerzo y trabajo de otros.
– El flojo: Las personas perezosas son como imanes y hacen que otras personas sean igual que ellos. Mientras más tiempo pasas cerca de los que no hacen nada, menos sientes la necesidad de hacer algo.
– La persona que sólo sepa salir a fiestas: Debes usar tu tiempo haciendo algo significativo, con un propósito productivo que aporte a la sociedad.
– El que dice mucho y hace poco: Aquellos que usan su tiempo hablando y poco tiempo haciendo. Los que hablan mucho, no tienen nada más que las palabras vacías que dicen.
–Los que están siempre deprimidos: No hablo de aquellos que tienen un problema real, sino de aquellos que actúan como si lo tuvieran. Todos conocemos a personas que siempre se quejan sobre lo difíciles que son sus vidas y de lo desafortunados que son. ¡Energía negativa fuera!
-Los que no sueñan: Aquellos que no sueñan, no viven. Lo que hace a las personas ser humanas es soñar y esperar que el cambio sea para mejor.
-Los que no creen en sí mismos: Ellos son los perdedores. Los que siempre están ahí pero que no ejercen ninguna influencia sobre el mundo.
Por: Andrea Neumann
Fuente de: http://www.upsocl.com/
Foto de: www.soyentrepreneur.com