Simone Biles es una joven deportista que además es experta en la gimnasia artística. Esta estadounidense tiene solo 19 años y ya ha conquistado los Juegos Olímpicos de Río 2016 ganando su primera medalla de oro, pero todavía se espera que consiga más en la competencia individual porque ya obtuvo las mejores puntuaciones:suelo, barra y salto menos asimétricas. Es la primera gimnasta en la historia que gana tres campeonatos mundiales consecutivos y otros siete por equipos o aparatos.
Ella tiene un talento que la ha llevado a realizar piruetas que todavía ningún gimnasta ha podido repetir, pero lo que más llama la atención es que no solo tiene fuerza en la colchoneta sino que también su historia de vida la convirtió en la luchadora que es hoy.
Simone Biles: la gimnasta que logró salir adelante
Simone Biles puede ser muy joven, pero dentro de sus pares es la que más se destaca por su equilibrio, fuerza e increíble precisión. Ella tiene una sonrisa que cautiva a todo el mundo y es simplemente adorable, pero no todo era color de rosas porque cuando comenzó este deporte a sus 6 años, tuvo que vivir cosas que ningún niño debería.
Biles tuvo una infancia complicada desde sus tempranos comienzos porque lamentablemente sus padres Shanon Biles y Kelvin Clemins, eran dos personas adictas al alcohol y las drogas. Como el ambiente que le entregaban a sus 4 hijos (Tevon, Ashley, Simone y Adria) los Servicios Sociales de Columbus (Ohio), tuvieron que llevarse a los niños y la familia terminó desintegrándose.
La única persona apta que quedaba para cuidar a los hijos de la pareja fue el abuelo de Simone, Ronald Biles y su segunda mujer Nellie. Ellos terminaron criando y custodiando a Simone junto a su hermana Adria, mientras que los dos hermanos mayores Tevon y Ashley, fueron a vivir con la hermana de Ronald. Al final los abuelos terminaron adoptando legalmente a las dos niñas y los 4 continúan viviendo juntos y felices en Houston, Texas.
Una meta que tuvo desde los 6 años ya se cumplió
Con apenas 6 años Simone siempre supo que quería ser cuando grande: una gran gimnasta a nivel mundial. Desde entonces nunca se detuvo: “Cuando era más pequeña me preguntaba qué habría sido de mi vida si no hubiese pasado nada de esto. A veces todavía me pregunto si mi madre biológica se arrepiente y querría haber hecho las cosas de manera diferente, pero evito plantearme estas preguntas porque no las tengo que responder yo”.
A pesar de todo lo que vivió Simone, su madre Shanon aseguró que ahora que Simone es una adulta le gustaría tener la oportunidad de conversar sobre aquella época para darle mejor detalles de que fue lo que ocurrió. Por suerte está sobria desde el 2007, tiene un trabajo estable, es una mujer muy distinta a quien era antes y espera que puedan arreglar las cosas entre ambas.
Si todavía no escuchaste hablar de Simone Biles quiero que veas una de sus increíbles actuaciones de Río y estoy segura que quedarás igual de impresionada que yo.
Por: Catalina Grez M.
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