Desde hace años, diría 11 exactamente, dejé de pensar en mi. Me convertí en Mamá, y me puse al final de todo, fue inconsciente eso si, la cotidianidad fue mostrándome que yo podía esperar.
Cuando nació mi primera hija, mi mundo se transformó, dejé de ser yo la primera, le dí prioridad a ella, y es que quería hacerlo bien, no quería fallar, ni equivocarme.
Recuerdo que cuando tenía 6 meses fuimos a un mall, y yo orgullosa lucía a mi niña, se acerca una mujer mayor, y me Dice “Que hermosa la niña, parece un ángel”, yo sonreí, continuó “La mamá debe ser preciosa, hace cuanto la cuidas?”, y entre dolor, y nervios, respondí “Soy la mamá”, acto seguido, la señora me dice “disculpa”, y se fue. Estas situaciones empezaron a pasar bien seguido, no solo en el mall, si no que con mi familia… El chiste era preguntar hija de quien era, pero no entendía el por qué de la burla. Mi primera hija tiene los ojitos verdes y es blanquita de pelos dorados, y el papá y yo de pelos negros y ojos café, pensábamos que la burla era por el poco parecido, pero no, hoy entiendo el por qué, ya se los explicaré.
Maty (mi marido) trabajaba todo el día, para ganar $80.000, con horas extras, y yo todo el día y toda la noche con mi porota. Vivíamos en una habitación en casa de mis suegros, y el cansancio y la postergación se hacían presentes en nuestros cuerpos. Las ojeras, y la mala alimentación fueron haciéndose visibles en muy poco tiempo. A Sofi, nunca le faltó nada, porque ambos pusimos todo de nuestra parte para que, a pesar de todo, ella fuera feliz.
Comprarnos algo, era imposible, salir a comer, un baño de tina, ropa interior! Jamás, primero la niña.
Nuestra primera Navidad fue muy bonita, Sofi miraba las luces, y los regalitos, tenía casi 1 año, abrimos todo y nos fuimos a dormir. Yo no cené… Y tampoco me arreglé, porque no alcancé, no tomamos fotos.
Al año y medio de mi Sofi, con Maty nos separamos. Nos habíamos casado con 20 años. Una prima conocía a alguien del registro civil y me dijo, “se deben casar antes que se note “, y nos casamos.
Esos días en dónde estuve sola con mi Sofía me hicieron darme cuenta que me había olvidado tanto que se apagó la luz de mis ojos…fue algo inconsciente. Permití que fuera así, mi miedo e inseguridad era tan grande, que me dejé llevar por todo el mundo, menos por lo que realmente yo sentía o quería.
Hoy tengo 4 hijos, los cuales me han regalo amor infinito, y quienes merecen una Mamá al 100, pero de verdad, de corazón.
A horas del Nuevo Año, me daré una ducha, me pondré bonita, me maquillaré, aunque no sepa, pero lo intentaré, buscaré mi mejor prenda y me sentiré la mejor mujer, porque lo soy, los somos, lo eres.
Este Nuevo Año, me regalaré tiempo y risas, de esas que llenan el alma y si puedo regalarme alguna cosita, hoy o mañana también lo haré, porque no hay nada malo en esto… Hazlo! Adelante! Te sentirás bien, amiga si nosotras estamos bien, nuestros hijos mucho mejor y la luz que saldrá de nuestro cuerpo lo iluminará todo…
Y tú¿ qué te regalarás para este año? Feliz Año Nuevo a todas! Las Quiero.
