You are currently viewing Violencia obstétrica, un abuso que cientos de mujeres viven en hospitales

Es lamentable escuchar las historias de distintas mujeres que al llegar a hospitales para dar a luz sufrieron de violencia obstétrica. Los sinónimos que utilizan al denunciar las malas prácticas de doctores y enfermeras pueden resumirse en rabia, decepción, tristeza y enojo. Son muchas las que han sido víctimas de abusos y maltratos al momento de ser madres, siendo que ese día en particular debiese ser el más feliz. La violencia que vivieron transformó sus partos en una horrible pesadilla. No podemos aceptarlo!

violencia obstetrica
Imagen: Pinterest.

Violencia obstétrica: ¿Qué es?

Al hablar de violencia obstétrica se puede entender que es cualquier tipo de maltrato ejercido desde las instituciones y el personal de salud sobre el cuerpo y los procesos reproductivos de las mujeres, trayendo consigo pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre sus cuerpos y sexualidad.

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¿Cómo estas mujeres la vivieron?

Victoria es una de las que vivió esta situación cuando llegó al Hospital San Borja en 2013 y luego de 25 horas en trabajo de parto las enfermeras todavía no limpiaban el vómito de la mujer a pesar de sus llantos. Ella dijo en BíoBío Chile que: “No había agua tibia ni toallas limpias, así que me bañaron con agua helada y me secaron con una sábana. Después de algunos minutos, me di cuenta que la herida de mi cesárea sangraba demasiado: la habían cosido mal”.

La joven que en ese entonces tenía 23 años continuó su historia agregando que: “Luego me encerraron una hora en el baño sola para que defecara -si no lo hacía, no me dejaban volver a casa- y mientras lloraba nadie me acompañó”. Pero eso no fue todo porque además por equivocación del doctor diagnosticaron que su hija recién nacida era sorda. 

Otro caso es el de Valentina Donoso que con solo 20 años fue a dar a luz a su hijo en 2007. Fue al Hospital San José en Santiago y aunque intentó pujar por horas, el doctor decidió usar fórceps (tenazas obstétricas) para sacar al bebé. Cuando nació el pequeño y el médico se retiró de la habitación, se le acercó una matrona que comenzó a atacarla gratuitamente diciéndole: “No pudiste parir a tu hijo por ti misma, así que si quieres ser mamá de nuevo piénsalo. Tu hijo no te hará caso porque no lo pudiste tener. Espero no verte acá el próximo año”Después de escuchar eso Valentina quedó muy afectada, pero no fue hasta que le pidió ayuda a la enfermera para levantarse de la camilla y ella se limitó a responderle: “¿Estás loca? yo no te voy a tomar en brazos”.

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Imagen: Pinterest.

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Movimiento “Basta de violencia obstétetrica”

Estos son solo algunos casos de miles, cientos de injusticias que se repiten una y otra vez en los hospitales públicos donde varias mujeres deben ser atendidas porque no tienen otra opción: los costos de las clínicas privadas son demasiado altos para ellas. Para enfrentar este problema que afecta a varias embarazadas se creó un movimiento colectivo llamado “Basta de Violencia Obstétrica”, que prende ayudarlas a que se hagan escuchar y puedan denunciar los maltratos que tuvieron que vivir. Así esperan que todos los casos de abuso sean masificados para crear conciencia sobre el tema.

Esto comenzó cuando la psicóloga Daniela Sanhueza de 31 años y la fotógrafa independiente de 24 años Paola Pérez, se unieron en noviembre del 2014 para crear un proyecto que evidenciara estas falencias del sistema. Juntas fundaron el movimiento un año después para defender los derechos de las mujeres porque escucharon testimonios e historias de conocidas sobre sus dolorosos recuerdos. ¿Cuales eran esos? en la violencia obstétrica serían: partos traumáticos, malos tratos o incluso visitas incómodas de los ginecólogos.

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Imagen: Pinterest.

Es por eso que decidieron hacer una lista de abusos que se consideran como maltrato hacia estas mujeres: 

  • Trato deshumanizado hacia las mujeres en la atención de salud pública o privada.
  • Abuso de medicación o negación de ésta cuando la paciente lo solicita o requiere.
  • Cualquier tipo de regaño, burla, ironía, amenaza, insulto o juicio subjetivo que no tenga que ver con ayudar al paciente sino más bien con humillarla, coartarla y/o minimizarla.
  • Limitar y manipular la información solicitada por la paciente; desde no aclarar los tipos de anticonceptivos existentes hasta su estado de salud, todo como expresión de un trato jerárquico que no permite a la mujer decidir libremente sobre su cuerpo.
  • Insensibilidad al dolor o a las enfermedades femeninas por parte de los sistemas médicos.
  • Omitir la atención oportuna y eficaz en las emergencias obstétricas.
  • Obstaculizar el apego precoz sin que existan razones médicas urgentes y justificadas.
  • Acelerar un parto de bajo riesgo sin una razón justificada o practicar una cesárea sin el consentimiento expreso de la mujer, existiendo los medios y condiciones para hacerlo de manera normal.
  • Realizar interrupciones de embarazo e incluso esterilizaciones, ambas de manera forzada.
  • Utilizar a la mujer como recurso didáctico sin antes aplicar el protocolo de consentimiento informado, entre otros.
  • Realización de Intervenciones sin el consentimiento de la mujer o sus cercanos y que pudieran atentar contra su salud y/o derechos humanos.

¿Conoces casos similares en tu país?

Por: Catalina Grez M.