La agencia de salud de la ONU y sus socios descubrieron en un nuevo estudio que casi una de cada tres mujeres en todo el mundo ha experimentado violencia física o sexual a lo largo de su vida. Los resultados han sido calificando los como una “imagen espantosa”, demostrando una vez más la imperiosa necesidad de acción por parte de gobiernos y comunidades por igual.
El informe publicado el martes por la Organización Mundial de la Salud, basado en lo que la agencia llamó el estudio más grande jamás realizado sobre la prevalencia de la violencia contra las mujeres, también encontró que la violencia comienza temprano. El estudio afirma que una cuarta parte de las mujeres jóvenes que han estado en una relación habían experimentado violencia por parte de una pareja íntima llegando a los 20 años.
Las cifras, que muestran el período entre el 2010 al 2018, no cubren el impacto de la pandemia de COVID-19. Estudios realizados el año pasado demostraron un aumento en la violencia doméstica contra las mujeres debido a los cierres implementados por gobiernos y otras restricciones que llevaron a muchas personas a permanecer en el interior de sus casas más de lo normal.
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El estudio de la OMS, el primero de su tipo realizado por la institución en ocho años, compila datos de 158 países y analiza tanto la violencia por parte de las parejas de mujeres y niñas mayores de 15 años como la violencia sexual por parte de personas que no son parejas.
“Los resultados pintan un cuadro espantoso. Se estima que 736 millones de mujeres, casi una de cada tres mujeres en todo el mundo, ha sufrido violencia por parte de su pareja, violencia sexual por parte de una persona que no es su pareja, o ambas, al menos una vez en sus vidas”, dijo a la prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
“Este es un problema antiguo, pero podemos cambiarlo”, dijo. “Todos podemos alzar la voz para decir que la violencia contra las mujeres nunca es aceptable”.
El jefe de la OMS instó a los gobiernos, las personas y las comunidades a ayudar a abordar el problema, por ejemplo, mediante la reforma de leyes discriminatorias, el fortalecimiento de los derechos económicos de las mujeres, la educación sexual y las normas desafiantes que “apoyan los puntos de vista nocivos de la masculinidad y toleran la violencia contra la mujer”.
Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, calificó la violencia contra las mujeres como “la violación de derechos humanos más extendida y persistente que no es procesada”.
“Estamos particularmente preocupados por el hecho de que la violencia doméstica ha estado tan arraigada siendo que el hogar debería ser el lugar donde una mujer debiera encontrar refugio y paz, supuestamente”, agregó. “Pero como podemos ver, no es así”.
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La agencia dice que la violencia infligida por la pareja íntima es la forma más común de violencia contra las mujeres en todo el mundo y afecta a unos 641 millones de personas. Pero el 6 por ciento de las mujeres encuestadas informó haber sido agredidas sexualmente por alguien que no era su pareja, y se cree que esa estimación subestima el número real debido al estigma y la falta de denuncias de abuso sexual.
El estudio encontró que dicha violencia afecta de manera desproporcionada a las mujeres en los países de ingresos bajos y medianos bajos, y algunos países muestran una prevalencia de aproximadamente la mitad de todas las mujeres.
