You are currently viewing 10 tipos de sexo que hay que experimentar al menos alguna vez en la vida
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Existen variadas técnicas que ayudan a vivir grandes momentos en pareja. Para todos los gustos, solo es cuestión de elegir la más adecuada para cada momento.

Sexo Karezza. Esta técnica proviene del significado de la palabra italiana “carezza”, que significa caricia. Se basa en tener relaciones íntimas de una forma cariñosa y suave, privilegiando el placer por sobre el clímax.

Esto implica mantener siempre contacto visual con el amante, saborearlo a través de las manos, tocar y dejarse tocar todo el cuerpo con las manos, los labios, el pelo… Abrazarse, masajearse, respirar en el oído del otro y emitir sonidos de placer que no sean palabras. Este suave, pero intenso contacto es más que excitante y placentero.

Sexo Quickie. Se podría decir que esta técnica se basa en ser espontáneo y arriesgado. En otras palabras, es un “rapidito”, ya que no existe un acuerdo previo y se tiene sexo con la ropa semipuesta. No hay un lugar establecido para ello: puede ser en alguna de las habitaciones de la casa, en el auto, baño de un bar, ascensor, pasillo… Las posibilidades las delimita la imaginación.

En este tipo de sexo los gemidos, jadeos y gritos tendrán que ser ahogados, si no quieres ser descubierto, pues la excitación radica en qué tanto puedes arriesgarte.

Sexo Acuático. De acuerdo con la licenciada Sandra Lustgarten, psicóloga y sexóloga, “el baño es un complemento ideal en la pareja. Los sexólogos recomendamos este juego para darle primacía al erotismo”.

Puede ser desde tener relaciones en una tina con un ambiente preparado con una fragancia especial, música, sales para el baño, velas, etc., hasta tener un encuentro en la ducha, pues incluso en las sex shops venden manijas que se colocan en la pared para facilitar las posturas sexuales. Pero si te quieres ver más arriesgado, puedes hacer uso de una piscina.

Sexo Outdoor. Para hacer a un lado la rutina de tener sexo en la cama y en la habitación, y que los encuentros sean más excitantes se propone la técnica Outdoor, que consiste en salir y tener encuentros íntimos al aire libre, ya sea de día o de noche; puede ser desde el jardín de la casa o terraza hasta en un parque, piscina, playa, etc. ¡Solo hay que elegir!

Sexo Role-Playing. Las fantasías que pueden hacerse realidad con esta práctica que consiste en adoptar diferentes roles, jugar a ser otros. Aquí se pone a funcionar la imaginación, ya que se puede ser desde un médico, electricista, policía, strippers, colegiala… El personaje que más provoque y excite. Pero el encanto radica también en la actuación: fingir que no se conocen e inventar una historia erótica que los satisfaga a ambos.

Sexo Gourmet. De la mesa a la cama… ¡Sin escalas! Dicen que el amor entra por el estómago y en muchas ocasiones es verdad; la propuesta es combinar esos platillos, frutos y manjares que más les gustan con una noche de intenso sexo.

Darle a probar con la mano a la pareja un pedazo de costilla de cordero bañada en aderezo que se derrame por los dedos y labios puede ser muy excitante… O un postre unas cerezas en almíbar y un poco de chocolate líquido que gotee por el cuerpo…

Sexing o Fitness erótico. Se ha comprobado científicamente que el sexo tiene múltiples beneficios para la salud, entre ellos, hacer ejercicio y bajar de peso. Besar quema de 120 a 135 calorías por hora (2 a 5 calorías por minuto), lo que significa que si se besa durante 20 minutos todos los días en un año se habrán quemado 36 mil 500 calorías y se habrán perdido 5 kilos.

El juego previo ayuda a gastar 25 calorías, por lo tanto, cuanto más se prolongue, mayor será el gasto calórico. Durante el acto sexual se queman de 50 a 100 calorías en promedio. En cada orgasmo eliminamos entre 60 y 100 calorías. ¡Es mejor que ir al gimnasio!

Sexo Voyeur. Sandra Lustgarten, psicóloga y sexóloga, explica que ver la sexualidad de otras personas funciona como un estimulador. “En el ámbito terapéutico, muchas veces los especialistas fomentamos el voyeurismo cuando invitamos a observar la sexualidad ajena, como en el caso de mirar vídeos que muestran escenas sexuales que sirven como estimuladores del deseo o como modelo de aprendizaje y de evaluación de la propia sexualidad”.

Sexo exhibicionista. Es la contraparte del voyerismo, ya que en esta práctica es excitante la sensación de que otros estén viendo mientras tú tienes relaciones sexuales. Sin caer en extremos se puede, por ejemplo, dejar una ventana entreabierta o tener un encuentro en el auto para vivir la sensación de riesgo.

“Muchas escenas son verdaderos estímulos a la hora de tener sexo. No estoy en contra de estos estímulos que enriquecen y son motivadores del deseo, pero creo que todo debe darse dentro de los cánones -en cierto modo- lógicos, sin exponer los aspectos vulnerables o susceptibles de los otros”, expone Sandra Lustgarten.

Sexo Tántrico. Con la práctica del tantra se busca disfrutar con todo el cuerpo, con cada poro, con cada caricia; es por ello que los seguidores del tantra recomiendan hacer el amor una sola vez al mes para acumular energía sexual. Los encuentros son sin sexo genital y sin eyaculación.

La base está en los preparativos, el poder de la mirada, las caricias, los masajes y en el control de la respiración. Y, por último, un largo y profundo orgasmo, que no es el final de la fiesta sino el principio de la celebración.

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