1.- Asumes que no vas a tener éxito, así que te preparas para la decepción. En lugar de invitar a alguien que te parece simpático, asumes que él no van a querer salir contigo y decides ignorarlos. En lugar de postularte para la posición de tus sueños, asumes que nunca serás contratada y te das por vencida sin siquiera competir. Tu pesimismo, tus inseguridades y tu desconfianza con el mundo te han convencido de que retrocedas en lugar de avanzar. Ni siquiera te das la oportunidad de ver de lo que eres capaz de lograr porque te rindes demasiado pronto.
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2.- Te enfocas en lo negativo de los demás y pasas por alto su belleza. Te aterra salir lastimada, así que siempre estás en búsqueda de las banderas rojas. Al segundo en que alguien comete un error, te alejas y nunca miras atrás. No das segundas oportunidades. Apenas das las primeras. En lugar de tratar de ver el mundo desde el punto de vista de la otra persona, en lugar de tratar de ver lo bueno en los demás, te concentras en lo peor. Te dices a ti misma qué estás haciendo esto para proteger tu corazón, pero en realidad, podrías estar alejando accidentalmente a personas que podrían ser buenas para ti.
3.-Te estresas por situaciones que aún no han sucedido (y que tal vez nunca ocurran). Debes hacer todo lo posible para vivir el momento. Disfruta de la belleza de tu vida en lugar de preocuparte por cuándo te quitarán tu felicidad. Si pasas toda tu vida concentrada en lo que podría suceder mañana, pierdes la oportunidad de disfrutar el hoy. Es bueno tener un plan para el futuro, pero no debes pasar cada momento pensando en éste. Si algo sale mal la próxima semana, podrás manejarlo en ese momento. Hoy, debes concentrarte en lo que tienes en frente tuyo.
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4.-Das la impresión de ser muy negativa en situaciones sociales. Debes sentirte cómoda hablando con tu familia y amigos sobre tus miedos y tus problemas. Sin embargo, no deseas que cada palabra que salga de tu boca sea una queja. No quieres que cada conversación sea un lamento. No quieres ser conocida como la mala onda. Como consecuencia, la gente podría no sentirse cómoda para contarte sus buenas noticias. Necesitan saber que serás solidaria. Requieren entender que pueden contar contigo para animarlos cuando están deprimidos.
5.-Te sientes mal y terminas temiendo asistir a eventos a los que deberías estar encantada de asistir. Deberías tener algo escrito en tu calendario. Puedes excitarte. No deberías pensar demasiado las cosas hasta el punto de enfermarte. No debes asumir que una situación es demasiado buena para ser verdad y esperar que ocurra algo horrible para equilibrar tu suerte. Puedes disfrutar cuando te pasan cosas buenas. Se te permite ser optimista por una vez.
Vía: Thought Catalogue
Traducción: Mujer y Punto
