El cuerpo humano es muy sabio, y es capaz de exteriorizar todo lo que está pasando en tu interior y así hacerte saber qué cosas estás haciendo bien y cuáles debes suprimir. El cuerpo se expresa sin que tú lo manejes y realmente tenemos que aprender a escucharlo cuando nos dice: ¡NO MÁS! Esto ocurre en todo orden de cosas, pero una de las más evidentes y comunes es cuando el cuerpo te está avisando que ya fue suficiente estrés, que debes cambiar tus hábitos cuántos antes o terminarás pasándola muy mal.
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6 maneras en que tu cuerpo te dice que tienes estrés
1- Cansancio constante: duermes 8 horas diarias, no te vas de fiesta en la semana, te alimentas bien, pero… Siempre estás cansada. Esa sensación de sueño constante, de querer dormir donde sea que estés y de tener NADA de energía ya es parte de tus días. Incluso aunque despiertes con energía, a la media hora ya estás cansada. Por ejemplo, si no puedes estar un rato sin consumir café o azúcares porque entonces tu energía desciende, es una clara señal de que el estrés te está rondando.
2- Antojo de comida salada: cuando padeces de estrés se produce un desequilibrio de electrolitos que a su vez te puede llevar a una gran necesidad por comer comida salada.
3- Sientes que no puedes: siempre hay situaciones complicadas o difíciles que debemos enfrentar, pero antes podías sobrellevarlas y enfrentarlas perfectamente, en cambio, ahora estás mucho menos tolerante a la frustración y es fácil que pierdas el control y la paciencia.
4- Pésimas defensas: la capacidad de tu cuerpo para defenderte no es la misma y tu sistema inmune está notoriamente debilitado. Tu cuerpo prioriza la producción de hormonas por sobre las funciones inmunes y el resfriado, gripe u otras enfermedades te atacan con regularidad.
5- Confusión, nebulosas y cefalea: cuando te acecha un cuadro de estrés, la sensación de confusión aumenta y junto con ella, empeora la calidad de la memoria y tu mente se nubla por un momento. Esto se comienza a volver constante y viene acompañado de cefaleas muy desagradables.
6- Ciclo irregular: cuando padeces estrés, el cuerpo prioriza las hormonas del estrés por sobre las hormonas sexuales, produciendo un desequilibrio hormonal que lleva a un período menstrual irregular, muchas veces con meses sin menstruación.
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