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¿Te sientes cansada con más frecuencia que antes?

Durante la menopausia es muy común la sensación de fatiga.

A qué me refiero con fatiga…

A una sensación de cansancio, agotamiento o a una debilidad diaria que puede hacer que las tareas cotidianas se te compliquen demasiado.

En esta etapa, además, es normal que a muchas mujeres se les quiten las ganas de hacer cosas, por este agotamiento constante que hace que el cuerpo pese más.

¿Sabías que no solo necesitamos dormir por la noche?

Hoy te traigo los 6 tipos de descanso que necesitamos para encontrarnos mejor y más enérgicas.

Descanso físico

subir de peso

 Este es tal vez el más fácil de reconocer porque a su vez es el que más conocemos. Si estás luchando por mantener los ojos abiertos e incluso el caminar hacia la cama se siente como si estuvieras atravesando arenas movedizas sabes que está cansada.

Este tipo de descanso incluye el sueño, pero también puede incluir tener un día tranquilo en el que no expongas tu cuerpo a un esfuerzo adicional, o una mañana de yoga muy suave con esta hermosa esterilla en lugar de salir a correr como todas las mañanas. Cuando has puesto demasiada presión sobre tu cuerpo, este necesita un tiempo para recuperarse. Dale el descanso físico que necesita. Más energía (y menos bostezos) debería ser una señal bastante obvia de que está funcionando.

Descanso mental

¿Alguna vez te has pasado toda la noche preparándote para un examen o una presentación en el trabajo y descubres que, una vez que estás dando la prueba o presentando el PowerPoint, no recuerdas mucho?

¿Llevas 10 minutos leyendo la misma página del libro? ¿Enviaste un correo electrónico incomprensible para cualquier ser humano? ¿Has notado que tus pensamientos están muy negativos últimamente?

Todas las anteriores se deben a que tu cerebro no solo necesita dormir, sino que también necesita su propio tipo de tiempo de descanso.

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El descanso mental es cuando dejas de forzar a tu cerebro a trabajar duro y le das algo de tiempo para procesar información, hacer conexiones y cimentar los recuerdos. Es esencial para el aprendizaje y el procesamiento. Sin él, tendrás problemas para recordar información nueva y ver cómo se relaciona con otros datos.

La próxima vez que necesite un descanso mental, apaga las pantallas y tómate unos minutos para conectarte contigo misma y tu entorno. Puedes intentar agregar una meditación a tu día o simplemente repetir un mantra relajante.

Descanso social

Incluso los extrovertidos más extrovertidos a veces pueden encontrar que necesitan un descanso de los demás. El descanso social es importante porque nos da tiempo para conectarnos con nosotros mismos y experimentar nuestra propia compañía sin las distracciones de otras personas. Tu relación contigo misma es la más larga y constante de toda tu vida, y es la única de la que no puedes escapar por completo si las cosas se ponen mal, así que tómate el tiempo para alimentarla. Dedica algún tiempo a leer un libro, a escribir un diario o simplemente quédate sola por un rato; te prometemos que su cuerpo se lo agradecerá.

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Por otro lado, el descanso social puede significar ponerse al día con un viejo amigo que sabe cómo piensas y siente que puedes estar relajada. O tal vez solo sea tomarte una noche libre de socializar sin Zoom ni FaceTime y volver a conectarse con usted mismo.

Descanso creativo

Lo más probable es que presiones tu creatividad más de lo que crees. ¿Alguna vez pensaste en soluciones en el trabajo o preparaste planes para una despedida de soltera? Está aprovechando el pensamiento creativo y necesita un descanso creativo.

Date un descanso dando un paseo por la naturaleza o leyendo un libro fascinante. Rodearse de inspiración puede ayudarlo a reponer sus recursos agotados y eliminar la presión de crear fuera de su mente.

El descanso creativo está íntimamente ligado al descanso mental, pero no es lo mismo. La creatividad prospera al ver las cosas de manera diferente a cómo las ven los demás, y es difícil hacerlo cuando estás cansado. Darse un período de descanso creativo significa tomarse un tiempo para dejar de crear y, en cambio, dedicarte solo a observar, pensar y disfrutar de lo que te rodea o de tus seres queridos. Puede que en este proceso se te ocurran miles de nuevas ideas para implementar, pero no lo hagas. Anota esas ocurrencias para no olvidarlas y sigue relajándote. Permítete recargar las baterías antes de sumergirte en el siguiente proceso creativo.

Descanso emocional

Piensa en cómo te sientes después de una pelea con tu pareja o después de ver una película como Titanic: exhausta, confundida e incluso hambrienta. Esto se debe al cansancio emocional.

Cuando atraviesas un agotamiento emocional, es posible que descubras que tu tolerancia es mucho menor de lo que solía ser, que pierdes los estribos con más facilidad o se te llenan los ojos de lágrimas más rápido de lo habitual.

Este también puede manifestarse como cansancio físico, distracción y falta de motivación.

Para ayudar a aliviar estos síntomas, trata de eliminar algunos desencadenantes emocionales de tu vida si es posible (las redes sociales son una pésima compañía para estos casos, ya que son una fuente de emociones a menudo negativas de otras personas)

Date un espacio donde no tengas que reaccionar a las emociones de los demás y donde pueda estar sola para procesar las tuyas. Busca un oyente dispuesto a escucharte sin juicios ni críticas y descarga tu sobrecarga emocional (ten presente que él o ella no tienen la culpa y solo quieren ayudar) o buscar terapia con algún tipo de especialista o grupo de ayuda.

Descanso sensorial

Cuando vivimos en un mundo ajetreado lleno de sonidos, imágenes, olores y texturas, nuestra mente consciente a menudo desconecta algunos de ellos para poder concentrarnos en lo que hay que hacer. Sin embargo, eso no significa que nuestros cerebros no estén todavía tratando de procesar todos estos estímulos. Eventualmente, podemos sobrecargarnos con toda la información sensorial que hemos recibido. Si has pasado todo el día en un lugar ruidoso o con muchas luces intermitentes y/o muchos colores brillantes, o tal vez hayas pasado demasiado tiempo con personas tratando de hablar al mismo tiempo, es posible que comiences a sentirte abrumada.

Deja la tecnología de lado y sale a tomar aire fresco. Intenta ir a un lugar tranquilo con el mínimo de distracciones sensoriales y respira profundamente. Y antes de volver a encender alguna pantalla, pregúntate por qué lo estás haciendo y si realmente necesitas todos esos estímulos sobre tus sentidos en este minuto.

Alba Blanco es entrenadora personal y creadora de @MakuaFem, una comunidad de mujeres que se encuentran en la etapa del climaterio.