You are currently viewing 7 razones por las que nunca debes mirar hacia atrás, incluso cuando eso es todo lo que quieres hacer

¿Estás pensando en volver a donde has estado antes, por comodidad, por nostalgia, por aburrimiento, o simplemente porque lo que estás atravesando actualmente es difícil?

Aunque parezca atractivo volver, no debes hacerlo. Si bien el pasado puede atraerte a regresar, ahora no es el momento de dar marcha atrás. De hecho, puede que nunca sea así.

Es hora de poner un pie delante del otro, dejando de lado lo que podría haber sido. Es hora de poner toda tu energía en el generoso presente. Esperando atentamente, mirando hacia el bello misterio de lo que está por venir.

Y si necesitas un poco de motivación, aquí hay siete razones para seguir adelante, avanzar hacia lo que será, y nunca mirar hacia atrás:

1. El tiempo ha pasado y no espera a nadie.
El tiempo es el regalo más precioso que tenemos, e importa lo que hagamos con él. Nunca sabremos cuánto de eso tenemos, por lo que cada momento debe centrarse en construir la realidad que buscamos. Sí, enmendamos el comportamiento del pasado, pero en el presente, liberamos nuestros errores con intención y gracia.

2. Se suponía que ibas a pasar por eso.
Todas las experiencias de tu vida no han culminado en este momento. Tanto las cosas sobre las que no tenías control, como cada elección que has hecho hasta ahora, son importantes y debías pasar por ellas. La suma de todos los colores de la persona que eres, con lecciones y regalos para compartir con el mundo. Todo esto es parte de vivir.

3. Hay lecciones aquí y ahora.
Es esencial que estés consciente de tus patrones, y que mirar hacia el pasado sea sólo para examinar dónde se encuentran tus dificultades para mejorarlas. Pero no debes volver, no es un lugar para quedarse. En su lugar, concéntrate en lo que tienes delante hoy y en lo que te está enseñando lo que has vivido. ¿Necesitas dejar ir el resentimiento? ¿Enfrentar tus tendencias de complacer a la gente? ¿Perseguir una pasión? Mira a tu alrededor. ¿Qué hay aquí en el presente?

4. Deja de repetir viejos patrones.
Hablando de patrones, hay una noción de locura: no hay nada curativo de hacer las mismas cosas una y otra vez, sin aprovechar el potencial que reside dentro de ti. Tu belleza espera y la transformación solo puede ocurrir cuando te has liberado de la esclavitud que una vez te detuvo. Y ten presente que no todos van a venir contigo. De hecho, hay que dejar a algunos atrás.

5. Los recuerdos son un espejismo.
¿Alguna vez has vuelto a una relación o situación solo para lamentarte de hacerlo? Tendemos a mirar el pasado a través de gafas de color rosa, romantizando experiencias y embelleciéndolas. Sí, algunos recuerdos no tienen precio y los llevaremos en nuestros corazones para siempre. Manténlos como los preciosos recuerdos que son. Pero hay un tiempo para todo, lo que significa un tiempo para liberar.

Una vez que aceptas que el pasado no siempre es lo que parece, y hay una razón por la que seguiste adelante, puedes estar segura de que esas mismas razones siguen ahí. Y volver no hará cambiar las cosas. Sigue adelante.

6. Tu futuro está esperando.
Los finales son una invitación para nuevos comienzos. Un futuro en su plena expresión no se revelará hasta que tengas la capacidad total para abrazarlo de todo corazón. Por más difícil que sea el cambio, permanecer igual es asfixiante y puede llevar al estancamiento. Florecer es abrazar completamente lo que está por venir.

7. No tener arrepentimientos es bueno para el alma.
Por todo lo que has hecho, lo bueno, lo no tan bueno y todo lo demás, debes saber que hiciste lo que pudiste. Todos somos humanos, después de todo, somos personas complejas con emociones, traumas y deseos. Estamos destinadas a complicarnos. Sé dueña de cada detalle y avanza en pie yendo un poco más alto. No es fácil ser una persona que vive sin pedir disculpas por cada cosa que hace, que se esfuerza por ser la expresión más auténtica de sí misma mientras se transforma en su potencial glorioso.