Muchos de los síntomas son marcadores de comportamientos normales, además son del todo saludables, lo que hace que sea aún más difícil identificar la adicción al sexo. Entonces, ¿dónde está la línea entre la visión de la pornografía recreativa y una obsesión? ¿Cuál es la diferencia entre un deseo sexual elevado y una adicción? ¿Los comportamientos dominantes son siempre problemáticos?
Lisa Bahar, terapeuta matrimonial y familiar con licencia, dijo que la adicción al sexo se caracteriza por “insaciabilidad o sentido de urgencia e ira”, en lugar de prestar atención a las necesidades de una pareja. Según Bahar, hay siete signos más que apuntan a la adicción al sexo:
1. Corriendo de una relación a otra: una cosa es tener un romance de rebote común o incluso tropezar con una nueva relación poco después de una ruptura. Sin embargo, cuando se convierte en un hábito, puede ser sintomático de la necesidad constante de una pareja sexual.
2. Regularmente atrapas a tu pareja en mentiras: la mayoría de los adictos de cualquier tipo se encuentran tejiendo intrincadas redes de mentiras para encubrir sus acciones. Para los adictos al sexo, eso puede significar falsificar historias sobre dónde han estado o con quién han estado. Bahar agregó que los comportamientos de los adictos al sexo también tienden a intensificarse con actividades de mayor riesgo, como encontrarse con extraños para citas o ver prostitutas.
3. Hay gastos inexplicables: más allá de las mentiras que salen de la boca de tu pareja, es posible que veas la evidencia en cualquier cuenta bancaria compartida. Ten especial cuidado con los cheques que desaparecen sin explicación o con dinero en efectivo que va demasiado rápido, ya que los adictos inteligentes tendrán cuidado de no dejar un rastro directo a los sitios web de pornografía.
4. Te sientes utilizada para tener relaciones sexuales: si sientes que tu pareja siempre prioriza sus necesidades sexuales, eso es una gran señal de alerta. Bahar dijo que la diferencia clave está entre una “necesidad insaciable de sexo” y un deseo saludable de tener intimidad. Para los adictos, dijo que esto podría significar que se vuelvan agresivos o enojados cuando se les niega el sexo.
5. Tu pareja desalienta las prácticas de sexo seguro: junto con ver a otra persona como un objeto sexual en lugar de una persona amada, los adictos al sexo son propensos a expresar sus deseos primero, y puede ser que eso lo obligue a tener relaciones sexuales antes de que tu puedas estar lista o simplemente se niega a usar protección.
6. Tu pareja se masturba o ve pornografía con demasiada frecuencia: cada relación tendrá parámetros únicos para lo que es “normal” en términos de masturbación o de ver pornografía. Sin embargo, si su pareja parece dedicarse a estas actividades varias veces al día o inmediatamente después del sexo, puede haber motivos de preocupación.
7. Los pensamientos sobre el sexo interrumpen las actividades de la vida diaria: es decir “el sexo siempre está en la mente” no es una exageración para los adictos. En estos casos, la persona puede tener dificultades para concentrarse en el trabajo o no tiene mucho interés en otros pasatiempos. Bahar dijo que los adictos tienen una “calidad de preocupación que lleva a la obsesión”, lo que incluso puede dificultar que mantengan un trabajo.
Al igual que con cualquier adicción, el camino hacia la recuperación no es fácil ni sencillo. Sin embargo, Bahar dijo que es posible superar la adicción al sexo, y todo comienza con la identificación del problema.
Fuente: SheKnows.com