You are currently viewing Cómo identificar el acoso laboral y sexual dentro del trabajo

El primer paso para saber si estás siendo víctima de algún tipo de acoso en tu ambiente laboral es identificar los tipos que existen:

Acoso laboral/ hostigamiento: “Después de laborar 4 años dentro de una empresa en la que encontré mucho apoyo, crecimiento, autorrealización personal y profesional, todo cambió. El miedo y la angustia se convirtieron en mis enemigos más grandes. Cada mañana vivía una pesadilla y no quería ir al trabajo debido a que me sentía devaluada y en constante amenaza de perder mi empleo: ¡Todo lo haces mal!, ¡Eres un inútil! Era encontrarme atrapada frente a cuatro paredes sin saber qué hacer.”

Acoso sexual: “Fui la primera mujer que contrataron para ese puesto. Me sentía orgullosa de lo que había logrado y esperaba afrontar los retos, pero las cosas fueron más difíciles. Me desconcertaban y molestaban las bromas y los comentarios que algunos hombres hacían en equipo. Todos los días recibía algún correo electrónico ofensivo y mensajes obscenos de voz. Me quejé con mi jefe, me dijo que lo sentía mucho por mí, pero yo tenía que ser “parte del equipo”, y que ésta era simplemente la forma en que mis colegas me daban la bienvenida al grupo.”

La realidad es que hoy en día tanto el acoso laboral (hostigamiento) como el sexual son un problema alarmante en todo el mundo. La Equal Employment Opportunity Commission, en EUA (2010) realizó una encuesta nacional aplicada a más de 24,000 empleados y obtuvo que 42% de las mujeres y 15% de hombres dijeron haber experimentado un tipo de agresión laboral y sexual.

Las cifras son inexactas, ya que por lo general el acosado, por temor a ser despedido, o dar de que hablar entre sus compañeros, opta por callar y no denunciar.

¿Cuál es la diferencia ente hostigamiento y acoso sexual?

– Acoso laboral/ hostigamiento: Cuando una persona o grupo de personas de la empresa ejerce una forma de violencia psicológica, física y emocional contra un trabajador. De esta manera se siente atrapado en un abuso y en un completo estado de indefensa. El objetivo es que esta persona pierda o abandone su trabajo o simplemente dañe su autoestima, para que el acosador logre sentirse poderoso.

El hostigamiento puede ser por parte de un jefe o un grupo de pares. Ser víctima de críticas, rumores, lograr aislar a la persona, reprimir emocionalmente es una de las tantas situaciones que vive la persona día a día. La Organización Mundial del Trabajo (OIT) engloba este fenómeno en un riesgo laboral, ya que es causante de varios suicidios.

– Acoso Sexual: Un tipo de conducta sexual manifestada a un empleado: comentario sobre sexo, violaciones de espacio personal, invitaciones hostigantes para salir juntos, palabras denigrantes, tipo de miradas, silbidos, presentación de imágenes eróticas, mensajes personales intimidantes.

El acoso sexual afecta principalmente a mujeres jóvenes, pasantes, recién egresadas y de ingresos reducidos.

Es importante mencionar que el empleo de una persona se condiciona explícita o implícitamente a la aceptación de una conducta sexual. El acoso sexual tiene como fin interferir de modo irrazonable con el desempeño laboral o crear un entorno intimidante.

¿Qué hacer?

La batalla contra el abuso laboral apenas está siendo abordada en nuestro país, poco a poco surgen iniciativas de las empresas e instituciones gubernamentales para crear espacios para la denuncia e imponer sanciones. Es muy importante proteger la integridad y actuar lo más rápido posible. La primera instancia es poder acudir a recursos humanos y hablar claro sobre la situación.

Focos Rojos

Para todos los lectores de Mujer y Punto que pueden estar viviendo un tipo de abuso laboral y sexual en el trabajo les damos a conocer algunos focos rojos de esta grave situación:

“Cada noche me angustio y no puedo dormir”: Efectivamente, muchas noches se convierten en una pesadilla, solamente de saber que al día siguiente tendrás que despertar para volver a enfrentar la situación. Tus horas de descanso son horas de pensar ¿Cómo enfrentar al jefe que te acosa? ¿A quién pedir ayuda?

Te das cuenta de que en el último mes presentas muchos síntomas: insomnio, irritabilidad, mal humor, depresión, ansiedad, pérdida de autoestima, dolor de cabeza, fatiga, etc. Tu cuerpo comienza a manifestar esta situación de completa angustia y de miedo que no puedes resolver.

“Recibo mensajes a cualquier hora del día”: El correo personal, así como el WhatsApp son vías poderosas para atormentar a la víctima con imágenes eróticas o simplemente invitaciones insistentes fuera de la oficina. A pesar de tener pareja, no resulta un impedimento para seguir acosando.

“Tengo miedo que no me crean”: Es común que las víctimas de acoso sexual sean manipuladas. Muchas veces se les hace creer que consiguieron un determinado puesto u ascenso por responsabilidad de ellos, lejos de sus capacidades y fortalezas propias. Esto lleva a que la persona afectada crea sentirse comprometida y atrapada en la dinámica perversa y no sabe cómo hablar.

“Mis compañeros se ríen de mí”: Suena un poco absurdo, ¿cómo pude existir un tipo de bullying entre adultos? La intimidación, las amenazas, las burlas y humillaciones en público representan una situación de abuso. Esto lleva a que la persona empiece a mostrar un aislamiento social en la empresa para evitar cualquier tipo de contacto con estas personas. Por ejemplo, empezar a comer solo, no confiar en nadie, evitar el uso del sanitario, no sentirse libre de expresar una opinión.

“Rumores”: Resulta muy incómodo asistir al trabajo, esforzarse para lograr un buen desempeño y tener resultados propios cuando existen rumores de que “existe una relación con el jefe”. ¿Cómo probarles a los compañeros de trabajo que lo que piensan o dicen es erróneo?

Maneras naturales de aclarar el pelo

“Nada me sale bien”: El abusador se siente abrumado de escuchar día a día por parte de un gerente o un director frases humillantes o devaluadoras. “Mucha gente daría lo que fuera por estar en tu lugar”, “no sé cómo sigues en este trabajo”. Siempre descalifica el trabajo, abusa con excesos de pendientes, le hace sentir miedo de poder perderlo y que no pertenece a la institución.

“Cansada de piropos no deseados”: Las miradas morbosas, gestos sugestivos acerca de la apariencia resulta un fuerte tipo de acoso sexual. Muchas veces la persona no sabe poner un alto a comentarios halagadores, ya que siente que de alguna manera resulta un tanto descortés.

“Si no acepto me correrá”: Desafortunadamente, las consecuencias económicas de negarse a soportar el hostigamiento resultan graves a veces, especialmente entre personas de un nivel socioeconómico bajo. Muchas víctimas, sobre todo encargadas de la manutención de la familia, no pueden darse el lujo de perder el empleo. Si se les despide por resistirse al hostigamiento, quizá no consigan la compensación por desempleo..