Para las románticas, es difícil de aceptar una explicación bioquímica del amor. Pero, lo cierto es que, como en cualquier otro proceso físico-bioquímico, se da un complejo sistema de reacciones que conducen a sentimientos y conductas que identificamos con el estado de enamoramiento.
Todos las cambios que se sienten cuando una se siente enamorada tienen una explicación científica: la FENITELITAMINA (Phenethylamine ó PEA). Este neurotransmisor se le conoce popularmente como “la molécula del amor”y se libera en la región del cerebro llamada hipotálamo, que es la parte más primitiva del cerebro. Ese estado de felicidad y euforia que manifiesta el enamorado está provocado por la mencionada molécula. Un estado que incluso puede provocar una cierta miopía ya que el afectado se niega a ver los defectos de su enamorado o enamorada. Esta circunstancia es provocada, según los científicos, por presentar elevados índices de fenitelitamina.
Ésta molécula no es la única responsable. También juegan su papel la dopamina y la serotonina. La primera actúa en la fase de atracción inicial por alguien, avisando al cerebro de la cercanía de esa persona deseada y centrando su atención en ella.
Al mismo tiempo, la serotonina afecta al estado de ánimo, que varía mucho durante la fase de enamoramiento dependiendo de si las expectativas creadas se ven o no colmadas. Pero, como casi todo lo bueno, los efectos de la “molécula del amor” tienen fecha de caducidad. Entre los 18 meses y los tres años su influencia disminuye drásticamente. De ahí, quizás, que muchas relaciones se vayan al traste en ese período de tiempo.
Eso sí, ¿qué hay de los amores duraderos?, ¿cómo se explica lo que le ocurre a las parejas que mantienen su enamoramiento durante décadas? Al parecer, hay un segundo proceso químico que determina el éxito de las relaciones a largo plazo. Dos hormonas ejercen aquí su influencia: la vasopresina y la oxitocina.
Tanto hombres como mujeres liberan oxitocina durante el orgasmo. Esta hormona está involucrada en el nacimiento de un hijo y que tiene fuertes implicancias en el apego y la relación materno filial. Tener orgasmos y liberar oxitocina contribuye a estrechar los lazos en la pareja. Para ello es bueno saber qué es lo que le gusta a nuestra pareja y saber qué es lo que nos gusta a nosotras…Y DECIRLO! En este ítem, www.mujerypunto.cl es sumamente útil 😉
Algunas investigaciones indican que las mujeres producen altos niveles de oxitocina en las experiencias que les producen placer, e intentan conservar el vínculo que relacionan con ese bienestar.
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