You are currently viewing Aló, ¿cuerpo? ¿estás ahí?

Hace unos días me quedé un par de horas sin luz en mi casa. Digamos las cosas como son: hoy, una situación así puede convertirse en un total drama si es que pensamos que casi todos nuestros “esenciales” funcionan a base de electricidad. Lo peor es que a medida que fueron pasando las horas, se fue agotando la batería del celular y la carga del notebook. Nada qué hacer, solo quedarme en silencio y esperar.

Fue ahí que me di cuenta de que hacía mucho tiempo – no sé cuánto –que no estaba así, sin ruido, a solas y sin posibilidad alguna de tirarme de piquero a transportarme a otro lado que no fuera el presente gracias a las historias que deslizo con mis dedos o gracias a ese video gracioso que sagradamente me envía una amiga casi todos los días.

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Reconozco que al principio fue molesto, luego aburrido, pero finalmente me obligó a escuchar mi respiración, mis pensamientos e incluso esa gotera que he evitado arreglar por falta de tiempo. Y ahí me di cuenta de que nos pasamos la vida así: con mucho ruido, matando el tiempo “libre” con más ruido, con la sensación de que siempre estamos atrasados, que hay que intentar ser exitosos en todos los aspectos de nuestra vida, entre ellos, el sexual, bajo estas mismas premisas.

Es una locura que pongamos nuestra vida sexual como un deber más, como un producto más en nuestra lista de supermercado, pero aun así, lo hacemos y lo normalizamos.

Si vivimos nuestra vida apuradas y apurados, si no nos conectamos con prácticamente nada en nuestro día a día, ni con nuestro trabajo – porque quizás hacemos cosas que no nos apasionan o gustan – ni con nuestra familia, hijos o hijas, parejas, ni con lo que pasa en nuestro país o el mundo, por estar todo el rato tratando de cumplir con la lista de supermercado que mencioné, es absurdo pensar que vamos a tener una vida sexual satisfactoria y saludable, ya que el sexo a solas o con pareja, parte de la premisa que tenemos que estar presentes y conectados  con nuestros cuerpos, con las sensaciones que nos genera un estímulo u otro, con todos nuestros sentidos despiertos y dispuestos.

De no hacerlo, nuestra vida y goce sexual se reduce a su mínima expresión. Sí, podemos seguir sintiendo placer, sí, podemos seguir teniendo orgasmos – aunque a veces el estrés y la desconexión hace que se reduzcan en calidad y cantidad – sí, podemos seguir siendo funcionales en el sexo, pero eso no es sinónimo de una vida sexual feliz, al igual que cumplir con nuestros deberes en la vida o los que vemos como nuestros deberes, tampoco garantiza nuestra felicidad.

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En mi rol como orientadora de cosmética erótica en Starsex, siempre incentivo a nuestros clientes a experimentar distintas sensaciones mediante estos productos, ya que nos ofrecen un mundo de posibilidades: sensación de calor, frío, cosquilleo, vibración, vasodilatación, sabor, olor. Y todo, en el órgano sexual más potente de todos: nuestra piel.

Por ende el llamado es a desconectarnos para conectar y así volver a sentir nuestro cuerpo. Escúchalo, ¿qué te dice? ¿está agotado? ¿está feliz? ¿está ganoso? ¿no quiere que lo toquen? Y una vez que lo sepas, respira hondo y te invito a hacer estos simples ejercicios de desconexión y conexión sensual que solo te demorarán máximo 10 minutos:

1-Apaga o silencia todo lo que genere ruido (celular, televisión, radio, etc.).

2-Enciende una vela aromática, incienso o un difusor con un aroma agradable para ti, respira hondo y relájate.

3-Recuéstate sobre la cama, el sillón, el piso, o siéntate en una silla. La idea es encontrar un lugar en que te sientas cómoda y relajada.

4-Pasa la mano por tu piel, tócala, pregúntate qué sensaciones sientes ¿está áspera, suave? Puedes agregar algún producto de la cosmética erótica, una crema, una pluma, lo que tú quieras.

5-Piensa en sexo. Puedes recordar alguna experiencia que te haya encendido, o puedes idear fantasías eróticas,  mira tu cuerpo, puedes recorrerlo lentamente.

Sin importar si es que esto aumenta o no tu deseo sexual, sin importar qué haces después de estos 10 minutos diarios de desconexión, estoy segura de que vas en la dirección correcta  para volver a comunicarte con tu cuerpo, tan vital no solo para el sexo, sino para sentirte conectada con todo aquello que te da ese cosquilleo que anuncia el gozo y el placer.

Rosa Veas
Educadora sexual de pares,  orientadora en juguetería y cosmética erótica de Starsex
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