Regresar no es una opción. Reescribir la historia tampoco lo es, y cuanto más pienses acerca de cuán irreversible es esta circunstancia implacable, más anudada te sentirás por dentro. ¿Te suena a familiar? Entonces sigue leyendo.
Confía en mí cuando digo que entiendo. Me he sentado muchas veces en mi corta existencia y me he preguntado por qué la vida no siempre se siente como si estuviera de tu lado, y si esquivar constantemente las bolas curvas que arroja vale la energía que requiere. Por supuesto, no todo lo que ocurre es el peor de los casos, y hay ocasiones en las que el desafío es factible. Pero a veces, cuando las cosas salen mal con demasiada frecuencia, comienzas a sentirte desesperanzada. No puedes evitar preguntarte si es así como está destinada a ser tu vida, vagando por siempre en un torniquete metafórico lleno de atados, y tarde o temprano, te sentirás enredada en un mundo del que no puedes escapar.
Sin embargo, incluso las noches más oscuras se acaban con el amanecer de la mañana, y aunque nuestras estaciones pueden unir un año, todavía dividen el clima siempre cambiante que viene con él. Lo que significa que, ya sea figurativamente o literalmente, tener la esperanza de mejores días se basa en algo sólido.
Con ese pensamiento en mente, me gustaría que pensaras en cómo responderías esta pregunta: “Si todo cambiara mañana, ¿seguirías sintiendo lo mismo?”
La mayoría de nuestras frustraciones provienen de estar atrapadas en un ciclo, atrapadas en una situación que nunca parece terminar, pero si finalmente pudiera romperse, ¿todavía querrías darte por vencida? ¿Aún querrías tirar todo, incluso si tuvieras todo lo que siempre quisiste? O incluso si no fuera exactamente lo que querías, si pudieras encontrar algún tipo de paz interior en tu situación, ¿no valdría la pena aguantar?
Al final del día, por muy difíciles que sean las cosas, debes tener la esperanza de que las cosas cambien. La evidencia está dispersa en la vida de tantas personas que se han sentado donde estás ahora, pensando que todo este arduo trabajo por tan poco retorno simplemente no vale la pena, solo despertar un día y ver que, finalmente, valió la pena. No hay diferencia entre tú y ellos. Todo lo que hicieron fue mantener esa esperanza e intentar una vez más.
A pesar de las dificultades que enfrentas, si aún puedes encontrar algo bueno en tu vida, ya tienes ganada una parte del trabajo. Entonces evalúa tus opciones y descubre cómo abordarlas sin perder el impulso. Es duro, sí. Agotador, definitivamente. Pero la única que va a perder si te rindes ahora eres tú. Así que ten un poco de fe.
Para bien o para mal, nadie sabe lo que está a la vuelta de la esquina. Así que entiendo tus miedos, especialmente cuando parece que el ciclo negativo parece sin fin. Pero, al igual que el clima, las cosas pueden cambiar. Todo lo que necesitas hacer es estar preparada para cuando lo haga.
Por: Sacha Kurucz
Fuente: Thought Catalog