You are currently viewing Artechouse Miami te sorprenderá con sus exhibiciones

En Mujer y Punto hemos compartido con ustedes cómo se vive la nueva normalidad en Miami. Después de ser uno de los Estados con más casos de COVID 19 del país, de a poco las cosas vuelven a tomar su cauce natural. En estos últimos meses te he contado cómo están enfrentando los hoteles y restaurantes el desafío de la reapertura. Así como nuestra experiencia sobre un yate de lujo. Pero nos faltaban los museos. Sí, aunque suene extraño, en el Sur de La Florida hay muchos lugares donde puedes disfrutar del arte, la ciencia o vivir experiencias diferentes. Y éste es el caso de Artechouse, un lugar incomparable, que atrae a grandes y chicos por igual.

 

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Aunque estuve en Artechouse, cuando éste recién se inauguró, me pareció muy “educativo” revivir la experiencia dentro del marco de la Pandemia por el Coronavirus. Además, en esta ocasión, el grupo consistía en personas de diferentes edades: una adolescente (a la que poco la sorprende) y tres adultos de entre 25 y 55 años. Este es un espacio donde se conjuga el arte y la tecnología. Aquí se ve y experimenta la unión entre el artista y la computadora. Sus exhibiciones nos sorprendieron a todos por igual, incluso a aquella audiencia más exigente (la adolescente). Esta experiencia inmersiva jugó con nuestros sentidos hasta el punto que nos hizo dudar de si lo que estábamos viendo era real o no.
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En la primera exhibición denominada: Infinite Space, creada por el galardonado artista turco Refik Anadol, pudimos apreciar las infinitas posibilidades de la interacción entre el hombre y la máquina. Sentados en la sala principal, experimentamos como nuestros sentidos nos pueden jugar malas pasadas. El lugar parecía moverse como si estuviéramos dentro de un elevador y los cuadrados azules y blancos nos transportaban a otro lugar, un sitio donde el frío abundaba. Era como estar en una película de la Guerra de las Galaxias, pero en Miami.

En realidad, esta presentación, que dura 27 minutos, consta de tres ciclos. Durante este tiempo, fotos de la NASA se mezclan con archivos culturales y fotografías de Turquía e imágenes de la superficie del mar en el estrecho del Bósforo. Todas se amalgaman gracias a los algoritmos creados por el artista que, junto con la descomposición de los cuadros, se convierten en una obra de arte hipnotizante.

En el segundo piso, otra de las exhibiciones muestra como la actividad cerebral puede transformarse en arte. Esta inspiración convertida en algoritmos se presenta en cuatro cubos, todos basados en las ondas cerebrales. Así como el pasillo de espejos juega con múltiples realidades e infinitas imágenes, todas las experiencias son únicas.

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Aun cuando el museo busca entregar una experiencia inmersiva, la pandemia ha obligado a restringir las posibilidades. De hecho, el museo ha debido de reducir su capacidad permitiendo el ingreso de solo 20 personas cada 30 minutos para así cumlir con el distanciamiento social requerido por las autoridades. Por otra parte, los visitantes deben usar mascarillas durante todo el tiempo que se encuentren en el lugar. De hecho al entrar, lo primero que se debe hacer es limpiarse las manos con gel sanitizador. Tal vez lo que más nos tranquilizó fue ver que los encargados además de las mascaras exigidas usan un  escudo plástico que les cubre la cara. La idea es que los visitantes se sientan tranquilos, puedan disfrutar de un rato agradable y dejen atrás la locura que el coronavirus ha traído a nuestras vidas.

Joanna Wurmann, Corresponsal Mujer y Punto Miami