“Los niños y los ebrios siempre dicen la verdad” es un dicho popular, que parece haberse tomado muy en serio una joven madre que, al ver las burlas de su hijo en las redes sociales, decidió bajar drásticamente de peso.

Con una aplicación para editar imágenes su hijo Sorren, de 10 años, modificó unas fotografías de su madre, Faye Hardy, y les insertó leyendas como “Tengo hambre, dame la comida” y “Olvida la comida saludable”, al lado de una serie de dibujos animados de pasteles, galletas, pizza y dulces.

La mujer inglesa, de solo 32 años, estaba tan sorprendida con las imágenes que, a la mañana siguiente, decidió que debía hacer algo, inscribiéndose ese mismo día en un programa profesional para adelgazar.

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Los resultados fueron sorprendentes, ya que en seis meses de duro trabajo, de 129 kilos logró bajar alrededor de 54 kilos y disminuir varias tallas. “Me estaba engañando a mí misma creyendo que mis atracones eran un secreto. Lloré cuando vi las fotos porque claramente no lo eran… Pero, no estaba molesta con mi hijo, porque él no había hecho nada malo. Los chicos solo dibujan y dicen lo que ven, y la realidad era que me veía comiendo todo el tiempo. Estaba obsesionada con la comida.  Esta determinó mi vida, pero me prometí cambiar. No me di cuenta en el momento, pero probablemente mi hijo me había salvado la vida”, contó al medio inglés Daliy Mail.

Sin embargo, su problema iba más allá, ya que no solo era cómo lucía, sino que padecía de asma crónica y su obesidad mórbida no la ayudaba en nada. Y, cuando vio las duras fotografías se dio cuenta de que su hijo era consciente de lo poco saludable que era su alimentación.

Faye Hardy de Hoddesdon, Hertfordshire, siempre fue delgada, pero todo cambió cuando conoció a su esposo escocés, Mills, un conductor de grúa de 17 años. Entonces, mantuvo su peso hasta que quedó embarazada de su primer hijo Sorren. Ella recuerda: “Siempre he tenido ansiedad por los dulces y caí en la trampa de comer por dos…Luego del parto las otras madres estaban perdiendo peso, pero yo estaba cada vez más grande. “

Cuando su hijo tenía cinco meses de edad, comenzó a trabajar como profesora y continuó aumentando de peso. Intentó dietas, pero se confortaba con golosinas, y pronto terminó subiendo todo lo que había perdido, y más.

Durante su tratamiento para perder peso, su tutor le enseñó a introducir alimentos saludables en su dieta, sin tener que volver a los dulces y snacks, y en septiembre ya había alcanzado su peso ideal.

Ella dijo: “Sorren estaba tan orgulloso. Le dije que sus garabatos habían cambiado mi vida e incluso quizás los guardaría. Necesitaba honestidad y sus inocentes dibujos fueron la llamada de atención que necesitaba. Hoy mi asma se ha ido y ya no soy obesa mórbida.”

En la actualidad, Faye luce feliz su nueva figura y su familia la respalda en todo.

REGIA

 Por Claudia Ansieta A.

Foto de Daily Mail