You are currently viewing Cáncer de ovarios: señales que no debes ignorar aunque seas joven

Una cosa es clara: el cáncer de ovarios no tiene que ver con la edad. Puedes ser joven o no, y te puedes enfermar igual. Es por eso que debemos cuidarnos y estar alerta a las alertas que nos entregue nuestro cuerpo.

Conocido es el caso de la actriz Cobie Smulders, de la serie How I meet you Mother, quién fue diagnostica con la enfermedad a los 25 años.  En una carta enviada al sitio Lenny Letter, la actriz cuenta lo que ha vivido y cómo ha superado la enfermedad. “Me encontré en el centro de una tormenta en la primavera de 2008, cuando tenía 25 años. Justo cuando mis ovarios deberían estar llenos de folículos jóvenes, las células cancerosas me alcanzaron, amenazando terminar con mi fertilidad y potencialmente mi vida”.

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Continúa con su testimonio “Mi energía era baja, estaba cansada todo el tiempo, y sentí una presión constante sobre el abdomen que no podía explicar. Escuché a mi cuerpo y de inmediato fui a mi ginecólogo”, cuenta en su carta.

Escuchar y tomar acción de las señales que tu cuerpo envía es fundamental y puede marcar una gran diferencia a la hora de enfrentar la enfermedad. Pero ¿Cuáles podrían ser los síntomas de cáncer de ovarios que podríamos sentir?

Los especialistas indican que es muy difícil entregar variables exactas, porque todo va a depender del tipo de cáncer, de su agresividad y del tiempo que tenga de desarrollo.

Sin embargo, dentro de los principales síntomas que destacan, y que no se deben ignorar, se encuentran: dolor o distención abdominal; estreñimiento; saciedad temprana (sensación de quedar satisfecha con una porción de comida muy pequeña). Otros síntomas que podrían presentarse son: micción frecuente y pérdida de peso.

Los exámenes que ayudan a determinar un cáncer de ovarios son los pélvicos, de imágenes y de sangre.

Si sientes que estás experimentando algún síntoma o algo extraño, debes consultar a tu ginecólogo inmediatamente. No esperes mucho, recuerda siempre que el tiempo es el peor aliado de un cáncer.

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