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Carola de Moras se ha convertido en una de las animadoras más importantes de la televisión chilena. Y es que la modelo dio el gran salto en su carrera cuando logró la animación del Festival de Viña del Mar, consolidándose como uno de los rostros más creíbles del medio.

Carola de Moras se ha convertido en una de las animadoras más importantes de la televisión chilena. Y es que la modelo dio el gran salto en su carrera cuando logró la animación del Festival de Viña del Mar, consolidándose como uno de los rostros más creíbles del medio.

Hoy Carola de Moras goza de los frutos de su trabajo, el que también muchas veces la ha hecho pasar momentos no muy agradables. Fue en conversación con revista Caras que la animadora de “El Matinal de Chilevisión” desclasificó que “he visto y vivido el machismo en la televisión”, precisó.

Contando un hecho puntual que vivió cuando tenía que dar una entrevista. “Una vez me dijeron que no me arreglara tanto para las entrevistas porque me veía demasiado mina y mi trabajo perdía credibilidad” (sic), partió señalando.

Agregando que “mido 1.78, no me puedo cortar las piernas y este es mi cuerpo aunque para algunos eso me haga menos seria. Lo más triste es que me lo dijo una mujer. El abuso hacia el género no es sólo de los hombres”, precisó.

Pero pese a los cambios, el rostro de Chilevisión sostuvo que “la televisión sigue siendo machista; mis pares masculinos ganan más por la misma pega y les asignan la responsabilidad de tratar los temas serios, los asuntos importantes, y no a nosotras que se supone que debemos jugar el rol de contenedoras, de mediadoras… Tampoco podemos opinar mucho porque se supone que expones tu lado masculino y el público te rechaza porque cómo cresta puedes tener tanta opinión”.

También se refirió al tema que se toma las redes sociales: hablamos del feminismo. Carolina sostuvo tajante que “yo soy feminista, no feminazi, es decir, no estoy por las posturas radicales. Para mí todo está en el equilibrio, en entender que la igualdad comienza con la tolerancia. No se trata de imponerse ni declararse superior y al otro inferior”.

De hecho, precisó que a veces se ve “un feminismo radical, que se desvía de lo principal que es la igualdad; las mujeres que se ponen un vestido más o menos apretado no van a dejar de ser mujeres por el hecho de llevarlos. Si usas jeans apretados con corte colombiano para que se te vea más parado el poto, para mí ése no es el tema”, finalizó.