You are currently viewing ¿Cómo asumir la noticia de la infertilidad?

Se estima que en Chile un 15% de las parejas en edad fértil debe enfrentar la difícil realidad de no poder concebir un hijo naturalmente y, por ende, recurrir a diversos tratamientos de fertilidad. En el mundo occidental, dicha cifra oscila entre el 15 y 20%. En ambos casos, uno de los factores que incide es que en gran parte de la población la edad para tener el primer hijo ha aumentado.

La infertilidad es la imposibilidad de concebir un hijo o de llevar un embarazo a término después de un año de vida sexual activa, sin usar métodos anticonceptivos. En general, afecta por igual a hombres y a mujeres: es atribuible en un 33% a causas femeninas; un 33% a factores masculinos y un 34% por problemas de ambos. Por lo mismo, para hacer un estudio de infertilidad, la consulta debe ser realizada en pareja, a fin de iniciar lo antes posible los exámenes correspondientes.

Impacto emocional

Asumir la infertilidad es una situación compleja y dolorosa, que requiere gran apoyo psicológico para aceptarla.

“La primera reacción es de mucha sorpresa, como en shock, con mucha pena, con mucha incertidumbre”, precisa Daniela Solari, Psicóloga de la Unidad de Medicina Reproductiva de Clínica Monteblanco. “Hay que pensar que las parejas que llegan a este diagnóstico, primero  han pasado por intentar tener hijos naturalmente. Por lo tanto después de un año de intentar y no poder, ya llegan con algunas sospechas, pero eso no quiere decir que el diagnóstico no sea igualmente lapidario. Genera mucha frustración, mucho dolor, muchos lo niegan, y se da la situación de un impacto emocional psicológico muy importante de ambas partes”, comenta.

Agrega que “obviamente que la persona que recibe el diagnóstico como portador de la infertilidad, se siente doblemente complicada porque probablemente es su cuerpo el que no está funcionando para llegar a un embarazo”.

Tercer protagonista

Para enfrentar este tema que atañe a la pareja, es esencial el rol que juega el psicólogo (a) como parte del equipo profesional multidisciplinario que los atiende. ¿De qué manera se involucra y se convierte en el tercer protagonista de esta historia?

“Lo primero es ver cuál es la situación de la pareja”, comenta Daniela. “Puede ser una pareja que no tiene hijos, que está formando una segunda familia o que sean de más edad, porque no es lo mismo una pareja de 30 años o una que se está emparejando a los 40 años”.

Una vez despejado este punto, el profesional les ayuda a elaborar la situación del diagnóstico para que sepan a qué se están enfrentando en su difícil camino a la concepción.

“Saber qué piensan, cómo pretenden seguir adelante, mostrarles cuáles son las alternativas para seguir adelante, de qué manera deben enfrentar su infertilidad y, sobre todo, saber cuáles son sus temores”, dice Daniela, siendo el más común el fracaso. “Es normal que tengan incertidumbre, se pregunten cuánto tiempo me iré a demorar en esto, cuanto significa en recursos psicológicos y económicos, que va a pasar con el trabajo, que va a pasar con la familia. Además del dolor y lo inesperado, el gran temor es también la incertidumbre”..

La infertilidad no es sólo un tema médico. De allí la importancia que la pareja sea acogida por el psicólogo del equipo de medicina reproductiva para que la oriente y contenga en sus temores.

“También es un tema sicológico y social. La incorporación de un psicólogo abarca aspectos que van más allá de lo médico. Tiene que ver con formación de familia, con identidad, con roles, y claramente tiene que ver con todas las emociones que eso significa”.

Cómo manejar las expectativas

El primer impacto de la pareja es conocer el diagnóstico y comenzar a visualizar el camino que les espera. La incertidumbre, acota Daniela, va tomando cuerpo a través del proceso que se va dando.

Dice que no es aconsejable que una pareja que decide recurrir a tratamientos de fertilización se cree tantas expectativas.

“Eso se trabaja porque inevitablemente cuando alguien quiere conseguir algo mira el vaso medio lleno. Se va trabajando en una forma muy sutil porque la idea es que tengan la fuerza para entrar al tratamiento pero que tampoco se propongan medidas irrealistas que después los haga sufrir mucho. Las expectativas pueden hacer sufrir mucho a una pareja”, explica Daniela Solari, al precisar que es importante que las parejas que están en esta situación sientan que no es la última carta que se juegan, que también hay otras alternativas. “Si no les resulta la inseminación, existe la posibilidad de in vitro”.

Cada pareja es un mundo aparte y, por lo mismo, se deben generar planes de  contención de acuerdo a la realidad de cada una. Lo importante es que quienes están en dicha situación pidan ayuda a profesionales especializados.