En la teoría de las relaciones, cuando una persona cumple su ciclo en nuestra vida y ya no hay nada más que pueda aportar a la relación, es mejor cortar por lo sano y dejarlo ir. Suena sencillo, pero en la práctica, sabemos que no es tan así.
Muchas veces nos aferramos a las personas basándonos en los recuerdos de lo que fue nuestra relación y los lindos momentos. Aún guardamos la esperanza de que esos días vuelvan y podamos sentir amor de nuevo. Pero no ocurre y las cosas van de mal en peor, aparece la indiferencia y la lejanía y sientes que no sabes qué hacer.
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Debes aprender a escuchar lo que tu cuerpo te advierte, conocerte y saber hasta qué punto estás dispuesta a llegar. Hay que saber cuándo dejar de insistir y simplemente, dejar ir.
¿Cuándo dejar de insistir?
- Cuando ya no le encuentras sentido a la relación: no sientes la misma conexión que antes y se ha perdido lo que significaba estar juntos y esforzarse por ello. El “para qué” continuar con la relación ya no tiene respuesta.
- Cuando no sientes la misma satisfacción que antes: intentas mantener la relación, pero eso no te hace feliz; no sientes ningún tipo de gratificación después de cada intento de mejorar las cosas. Cuando cada esfuerzo no termina con una sensación de bienestar.
- Cuando debes forzar las cosas para que sucedan: sientes que ya nada fluye de forma natural y debes esforzarte el doble por hacer que sucedan; tienes la sensación de que te quedas sin opciones o alternativas y todo se vuelve un espiral sin salida.
- Cuando sientes agotamiento emocional: llega un momento en el que te das cuenta de que has descuidado tu salud y estabilidad emocional al esforzarte por mejorar las cosas. Ya no te sientes prioridad en tu propia vida, no cuidas de ti por salvar la relación.
Cualquiera de estos momentos es la antesala del adiós. Es muy importante elegir siempre el camino del bienestar físico y emocional y ponerte a ti misma como prioridad. Continuar con una relación por las razones equivocadas puede hacer a los dos muy infelices y acabar de mala manera. Pero ¿Cuáles son esas razones equivocadas por las que no debes continuar una relación?
1.- Por presiones: El miedo a quedarte sola, que no encontrarás a alguien más que te quiera, que estás envejeciendo, que todos los demás tienen pareja. Ese tipo de pensamientos puede lograr que tu autoestima disminuya, pero debes recordar que en el mundo hay muchas personas que te querrán y no deberías conformarte por miedo a la soledad.
2.- Por amor equivocado: buscar amor en otra persona sin quererte a ti misma primero es un error. Es importante buscar y encontrar el amor propio antes de buscarlo en alguien más, para no depender de otros. Estar en pareja no te asegura sentirte amada, puedes estar con alguien y aun así sentirte en soledad.
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3.- Por culpa: te sientes egoísta y mala persona por rechazar a esa persona, por lo que aceptas estar una relación, aun cuando sabes que traicionas tus propios sentimientos. No debes decirle que sí para no lastimarlo porque lo estarás haciendo igual fingiendo amor. Es mejor se sincera para que ninguno de los dos sufra.
La felicidad está, primeramente, en el amor propio y no en una relación forzada. Debes quererte a ti misma para poder amar a alguien más de una forma sana. Es muy doloroso estar en con una pareja cuando el vínculo ya está desgastado y que, muy probablemente, no tiene futuro. ¡Libérate y busca la felicidad!
