Es muy importante tener en cuenta que si bien los elementos que se utilizan, a veces tienen tradiciones milenarias y están comprobados sus beneficios, para merecer la catalogación de cosmética natural, cada producto debe pasar por exhaustivas pruebas y cumplir con una serie de requisitos por parte de las empresas de contralor de calidad.

Para que un cosmético sea realmente natural y ecológico, no puede contener sustancias químicas, conservantes artificiales, colorantes, no puede haber sido testado en animales, sus componentes deben provenir de cultivos sin pesticidas y/o de una recolección responsable con el medio ambiente, ya sean vegetales o minerales y si es 100 % eco-friendly, hasta el envase debe ser biodegradable.

Ventajas de la cosmética natural

Sin dudas es mucho más sana que la que contiene ingredientes no naturales o la que se suele denominar “convencional”. Esta característica beneficia a la piel, al cabello y al cuerpo en general a largo plazo, ya que los agentes de origen químico terminan teniendo efectos perjudiciales y contraindicaciones que no siempre conocemos. Para las personas alérgicas o con pieles que posean diferentes grados de sensibilidad, es sin dudas una alternativa mucho más viable que los cosméticos tradicionales, ya que al no contener ni colorantes, ni conservantes, ni aromatizantes artificiales, es muy baja la probabilidad de tener reacciones adversas (a menos que exista una alergia conocida o una incompatibilidad específica con algunos de los componentes).

La cosmética natural no es en absoluto contaminante, dado que, para que un producto sea efectivamente merecedor de la etiqueta y el sello de “Natural” o “Ecológico”, tiene que ser aprobado todo su proceso de fabricación, sus ingredientes y hasta los envases, que deben ser reciclables al 100 %. A tener en cuenta Por sus mismos requisitos de fabricación, la cosmética natural suele tener precios algo más elevados que la media del mercado, aunque esta circunstancia está cambiando de manera notoria. Pero sin dudas la calidad superior de sus componentes, la carencia de elementos agresivos a corto, mediano y largo plazo y la certeza de no contribuir a perjudicar el medio ambiente de ninguna forma, bien valen la inversión. Al ser todos sus componentes de origen natural, la caducidad de los cosméticos ecológicos y naturales es a veces menor que la de las cremas o maquillajes convencionales.

Es importante estar pendientes de dichas fechas para no usar productos que estén vencidos. Los timos también están a la orden del día en el tema de la cosmética natural. Lamentablemente hay mucha gente que se aprovecha de la moda de lo eco y ofrece productos bajo esa denominación que no son tales. Para no caer en manos inescrupulosas, antes de adquirir un producto que se venda como cosmético natural, se debe verificar que estén aprobados por los entes autorizados, que no contengan elementos no naturales y nunca hay que comprarlos en sitios que no sean de confianza o que no cuenten con las habilitaciones debidas para hacerlo.

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Via Econoticias.