Sentirte engañada, sentirte traicionada es quizás una de las experiencias más feas y dolorosas cuando estás en pareja. Cuando descubres algo así, todas aquellas mariposas que sentiste alguna vez, se transforman en un dolor de guata horrible, la mente pasa por una sensación de colapso… todo se paraliza.
Pero cuando más encima “la conoces”, tu corazón sencillamente se pulveriza y tu mente no solo transita en tratar de comprender lo horrible que está ocurriendo… sino que además todos los pensamientos se multiplican por dos, la rabia se duplica, el dolor parece ser más intenso aún y las imagines que tu mente puede crear son más concretas, tienen rostros y nombres.
Por una parte está la desolada sensación de la traición, los inevitables cuestionamientos que porqué tuvieron que ser así las cosas, la confianza que se rompe, el hombre que amabas y que no puedes creer que te haya hecho algo así… El quiebre inminente de la relación y todo el proceso gris que te desgarra… pero además de lo ya horrible que es todo, “La Conoces”.
Entonces además de lo que estás sintiendo, que pareciera que hasta la piel te duele, sabes perfectamente quién es, y ella también sabe perfectamente quién eres tú… y se suma un sentimiento de repudio, de desprecio absoluto, de un odio irracional, que puede llegar a sacar lo peor de ti; sentimientos de destrucción, de violencia, de indignación máxima.
Tienes pasajes mentales en que te desconoces a ti misma, porque quizás antes de esta experiencia en donde el control de las energías se hace difícil de sostener y la brusquedad de los hechos pareciera azotarte contra el piso, nunca antes tuviste sentimientos tan feos, emociones tan extremas, ni pensamientos tan irracionales frente a nadie.
Por lo mismo es bueno ser auto paciente para lograr la autorregulación emocional con el paso de los días. Quizás sufrir y llorar todo lo necesario. Quizás recurrir a tus amigas tipo SOS en el horario que sea. Quizás darte un tiempo en silencio y a solas para procesar la situación y no permitirte que la fuga de energía te lleve a cometer algún acto que no tenga sentido alguno.
Ya la traición y la desilusión te provoca desgarro y sumado a que “la conoces”, tu mente puede llegar construir episodios que pueden ser reales o pueden ser absolutamente ficticios, pero que lamentablemente en esos instantes de profundo dolor, solo aparecen y lo único que consiguen es hundirte más en la angustia, ya que las imágenes son mucho más difíciles de borrar, aun cuando sean creadas con base en lo que conoces y no a algo que realmente hayas visto.
Finalmente los vínculos entre las parejas se rompen cuando uno de los dos inicia una nueva relación, y si esta vez una de las partes decide hacerlo cuando aún el vínculo inicial no se ha roto, no es mucho lo que se puede hacer, no fue tu decisión.
En ese caso, con paciencia y cultivando la resiliencia, cuando vaya pasando el tiempo necesario, puedes quizá hasta salir fortalecida por superar esta situación tan violenta para el corazón.
@Caro_TapiaV
