You are currently viewing “Cuando “Perfecto” ya no está en tu Vocabulario” una columna de @NereadeUgarte

amor

Yo: ¿Y estás nerviosa? ¡Ya no queda nada!

Ella: No… La verdad Nerea yo ya he estado acá, ya hice todo esto alguna vez. La primera vez que te casas tienes ese tremendo y perfecto matrimonio, donde todo es un sueño, las flores, tu vestido, la fiesta gigante, los amigos de toda tu vida y probablemente a tu lado el hombre que todos siempre te dijeron que era el hombre perfecto. Y lo era, te prometo que lo era, pero no para mi. Hubo errores, muchos errores, de ambos, y viví los primeros años de mi matrimonio enojada con él por haberme arruinado mi cuento de hadas y por haberme quitado años de mi juventud… Me ha llevado muchos años superar ese fracaso y he cometido errores, con muchos hombres, tratando de enmendar esa historia de amor que nunca fue… Sin embargo luego, con el tiempo, todo cambia… Ya no eres la niña ilusionada que busca una historia irreal, poco a poco dejas de creer en los cuentos de hadas y “perfecto” ya no está en tu vocabulario… Pero,  de repente, llega este hombre…..

 

La gran mayoría de mujeres que va a mi consulta son jóvenes, no porque no reciba mujeres más mayores, sino porque hoy hay muchos más “checklist” que llenar antes de concretar una relación de pareja.  Y me sucede bastante que el tema “matrimonio”, como evento, se apodera de la mente femenina mucho más allá del motivo por el cual llegaron a sentarse ahí o por el cual decidieron compartir la vida con esa persona. Pasan sesiones completas relatándome desde el color de la Gerbera que llevarán en la entrada de la Iglesia hasta los “carritos para bajoniar” a las 3 am cuando la fiesta esté en llamas. Ellos por su parte colaboran perfectamente a esta organización acotando sus preocupaciones a la marca del whiskey o la cepa del vino y permitiendo este despliegue de fantasías socialmente femeninas para hacer ese maravilloso cuento de hadas, lo mejor que se pueda.

Lo más notable de todo, es que la mayoría de las personas tiene alrededor de un año completo para planificar este evento, lo que reduce a la más mínima posibilidad el “encontrarse” con el otro y descubrir si detrás de esta “soñada construcción de princesa” está eso que quieres para compartir tu vida con otra persona….

Y luego de un tiempo de la fiesta, de la luna de miel o  del primer hijo vuelven, las mismas, con todos esos “ruidos” que escucharon al comienzo en sus cabezas pero que se obnubilaron con tal magna gestión organizacional. Pero hoy hechos reales.

Y es ahí donde muchas veces me cuestiono si la celebración de un amor real es eso, una reducción de Disney, una alegría en frasco que dura mientras se pueda mantener tapada y funciona como “parche curita” para las heridas que necesitan un poco más que “metapío”…

Por lo mismo pasa mucho, que las que llegan relatándote sus segundas nupcias (o algunas que sí se casan con los ojos abiertos la primera vez) te traen una historia en la que no hay ruidos escondidos bajo la alfombra, en la que ven más allá de los ojos de la “perfecta historia de amor” y en la que el hombre que eligen no tiene un pelo de perfecto… Te traen una historia real.

Yo: ¿Y cómo sabes que esta vez aprendiste? ¿Qué hace de esta historia algo diferente?

Ella: Llega un día en el que te das cuenta de que no necesitas lo perfecto,  de que los cuentos de hadas no existen como los conociste de chica, de que al príncipe azul se le tiñó la capa hace tiempo, de que NO todos los hombres son iguales , de que el vestido no necesita ser blanco si tu color favorito es Rojo y que la fiesta no tiene que tener 400 invitados para que sea preciosa… Creces, te caes y aprendes que quizá las mariposas no son lo más importante, sino sentirte bien, tranquila… Y de repente aparece este hombre, que se vuelve tan familiar para ti y que un día te ves mirándolo y pensando: podría amar a esta persona por el resto de mi vida si lo intentara, y quiero intentarlo…

Chicas, las invito hoy a buscar lo real, a bajarse del carrusel de la fantasía que los demás piensan perfectas para ustedes, y vivir al máximo el amor que quieres para ti.

 

Por Nerea de Ugarte López para Edición Especial Novias Revista Cosmopolitan

Psicóloga y Directora de Mujer y Punto