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Distancia_Emocional_3

Si hiciera una lista de  las personas que en alguna etapa han formado parte importante de mi vida y que actualmente son unas desconocidas, serían unas cuantas. Esas que en el presente ya no están y no volverán a estar. Simplemente hay quienes nos acompañan sólo por momentos, ya que por decisiones propias o por circunstancias externas, tomamos otras direcciones.

Hace un par de días me reuní en un café con una amiga y la conversación nos llevó a este punto, la pérdida de vínculo que se produce con quienes antes sintonizabas. Obviamente es más grato cuando sucede de forma espontánea y no porque hubo conflicto de por medio. Sientes que tu forma de ver la vida ya no encaja con la de ellos, tus prioridades son muy distintas, no hay coincidencias de actuar ni de pensamiento. Por supuesto, siempre respetando la diversidad, ahí está la riqueza de las relaciones de lo contrario sería aburrido.

Claramente ya no estás “a tus anchas” al compartir y la distancia aumenta cada vez más hasta que salen de tu vida. El escenario da para preguntarse si fue uno el que cambió o fueron los demás, de una u otra forma no es bueno ni malo…sencillamente pasó.

Lo triste es cuando ese alejamiento causa dolor y ves cómo alguien que era substancial para ti ya no lo reconoces. Esa persona a quien creías conocer ya no es tal, y te preguntas ¿de qué me perdí?

Dos ejemplos comunes: amigos y parejas que te decepcionan. Está claro que las relaciones son imperfectas y evolucionan constantemente, pero existen códigos que siempre se deben respetar y cuando son transgredidos es difícil volver atrás. Reconstruir la confianza perdida es un trabajo que por lo menos a mí no me seduce.

Es normal que con el paso de los años el círculo de amistades se reduzca, amigos reales los que siempre están, no esos que aparecen cuando hay evento social o para pedirte favores, son pocos. Por eso cuando te fallan da pena, rabia y se produce un quiebre.

El otro caso, la pareja. Darse cuenta que a través de su comportamiento te desilusionó, no midió consecuencias, e hizo daño, también provoca la sensación que te cambiaron a tu compañero y que se convirtió en un desconocido, en ese tipo de situaciones soy de las que piensa que es mejor no continuar no es recomendable, es poco sano.

Constantemente conocemos personas que serán parte de nuestra historia, sin embargo es inevitable que en el camino existan quienes se transformarán en extraños con recuerdos, pero sin retorno…

Por Sandra Barrueto

@SFBarrueto