Sólo mi sexualidad. El otro día me toco ir a una comida donde siempre se hacen pequeños grupos de mujeres y obviamente conversamos cosas nuestras.
Uno de los primeros temas que sale rápidamente es sobre Sexualidad… y aquí me quise detener y escuchar.
Se hacía un dialogo sobre la sexualidad como un todo. Me explico; como que ésta tuviera el mismo rol y función en cada una de nosotras.
Acá descubrí un grave error: Tenemos que aprender que “mi” sexualidad no es igual a la de mi amiga, hermana, compañera de trabajo, vecina, jefa , etc, etc.
Ésta es solo mía, única e irremplazable. Y cuando logre entender este punto podré vivirla tranquilamente y lo más importante, disfrutarla.
Todas tenemos tiempos, intereses y gustos distintos, por esto no lo que le gusta o resulta a mi amiga, es lo que me tiene que resultar a mi también!
Tenemos que aprender a conocernos, conocer nuestro cuerpo, mirarnos al espejo, no solo la cara, sino cada parte de nuestra anatomía, brazos, caderas, rodillas, vagina, hombros, pechugas… llegar hasta el dedo gordo de nuestros pies.
Es en cierta manera conocernos, hacer las paces y reconciliarnos con nuestro cuerpo, el cual siempre es maravilloso.
Una vez que logro este ejercicio ya sé donde estoy pisando, donde están mis virtudes, dones y necesidades.
Así de a poco me iré dando cuenta qué color me gusta, qué deporte quiero hacer, si realmente necesito un corte de pelo, si es necesario depilarme donde está de moda, el color de las uñas que quiero tener, si la película tan recomendada vale la pena verla. Y así podríamos dar mil ejemplos que tiene que ver con conocernos.
A lo que quiero llegar es que: conociéndome y haciéndome responsable de mis gustos lograré reconocer que la necesidad de la otra no es la mía! No necesitamos lo mismo!
Que soy única y mi sexualidad también. Si tengo sexo una vez a la semana y me encanta y estoy contenta con mi pareja, que importa que mi amiga tenga más veces que yo, o al revés.
Si mi posición sexual me acomoda y nos gusta para que mortificarme con que mi compañera de trabajo lo hace siempre de distintas maneras.
Mi sexualidad es mía, y en la medida que me gusta y me hace feliz no tengo dificultad, mejor poner oídos sordos a las modas, a la que tiene otra historia que contar.
Siempre pensamos y vemos que las flores del jardín del lado son más bellas, y no vemos que nuestra flor es lejos la más hermosa del barrio.
No dejemos que la nuestra sea igual a todas sino todo lo contrario, siempre será única, bella e irremplazable.
Ánimo bellas, la vida es solo un chispazo! Disfrutemos nuestro cuerpo y atributos ya que nadie más lo tiene.
Pancha Buzeta
