You are currently viewing Descubre por qué hay gente que te cae mal a primera vista

¿Te ha pasado que conoces a alguien y tu cuerpo siente un rechazo? Así como se habla del amor a primera vista, también puede haber un rechazo a primera vista. Muchas personas llaman a esta incomodidad intuición, percepción o, incluso, sexto sentido. Pero es mucho más simple. Se trata de un mecanismo de supervivencia que se activa en nuestro cerebro ante situaciones de peligro. ¿Es que estas personas podrían hacernos daño? No exactamente, ¡sigue leyendo!

¿Por qué hay gente que no cae mal sin conocerla?

En nuestro subconsciente guardamos cierta información que se gatilla cuando conocemos a una persona que nos cae mal inmediatamente. Este chispazo aparece en las amígdalas cerebrales, área del cerebro involucrada en la creación de juicios, lo que se basa en nuestra memorias pasadas.

Las amígdalas cerebrales provocan respuestas vicerales y automáticas, que tienen que ver más con el instinto que con la racionalidad. El rechazo puede aparecer por un pequeño estímulo, como algo en rostro de la otra persona, su olor o una muletilla.

Suelen ser señales que la otra persona emite y que evocan recuerdos de experiencias pasadas u otras personas desagradables.

Personas que caen mal

¿Hay algo de nosotros que podría influir?

No solo son elementos externos los que nos influyen, también podrían ser cosas internas de nosotras mismas. La imagen que tenemos de nosotros podría influir también.

Las personas solemos proyectar en los otros los rasgos propios que no nos gustan, por lo que terminamos detestando a quienes los tienen. Mucho de lo que no nos gusta de otras personas, es lo que tampoco nos gusta de nosotros mismos.

Quienes saben manejar el autocontrol no se dejan llevar por la respuesta de las amígdalas, por lo que tampoco sienten rechazo hacia los otros. Pero quienes se dejan llevar, sí sienten esa incomodidad.

El lenguaje corporal

Pero no todo está en nuestra cabeza. Hay ocasiones en que el cuerpo de la otra persona manda señales sin darse cuenta. Es cuando el lenguaje corporal entra en juego. Si conoces a una persona que está de brazos y piernas cruzadas, envía una señal de ser una persona impenetrable, lo que activará alarmas en nuestro cerebro.

No es necesario conocer en detalle los gestos del lenguaje no verbal, basta con ser observadores y comprender lo que la otra persona quiere decir.

Como ves, muchas veces nos dejamos llevar por respuestas instintivas y no tan racionales. Por eso, la próxima vez que alguien te caiga mal de entrada, dale una oportunidad e intenta racionalizar.