You are currently viewing ¿Por qué, después de tanto tiempo, sigue doliendo?

Tu corazón sigue roto. En mil piezas. Y aún no has conseguido ponerlas juntas de nuevo. Y duele cada vez que lo piensas. O cuando lo recuerdas. O cuando les ves. Lee esta carta.

“No sé si le echo de menos a él o a la persona que creía que era. ¿Qué pasa cuando hay algo que te hizo mucho daño hace mucho tiempo y que todavía sigue haciéndotelo? Algo que todo el mundo piensa que has olvidado, algo que tú misma sabes que no merece la pena, que deberías pasar página. Pero no puedes. Simplemente no puedes.

Tu corazón sigue roto. En mil piezas. Y aún no has conseguido ponerlas juntas de nuevo. Y duele cada vez que lo piensas. O cuando lo recuerdas. O cuando les ves.

Cuando les ves juntos. Abrazados. Dedicándose mil fotos. Y sabes que no están tan bien como aparentan, pero están. Y piensas que podrías ser tú. Porque todo iba bien hasta que él decidió marcharse. Y se marchó para buscarla a ella.

Ella. Alguien que no le valora lo suficiente. Alguien que jamás le querrá como se merece. Alguien que jamás creerá en él como yo lo hice. Ni vivirá por él cada día. Porque lo bonito del amor no es morir el uno por el otro, si no vivir el uno para el otro.

Ella tampoco acariciará su pelo con el cariño que yo lo hacía. Ni le llamará a las tantas para recordarle que sé que puede ser mejor cada día, que creo en él y que le quiero. Ni se quedará despierta sólo para verle dormir y agradecerle a Dios por permitirle pasar esos momentos a su lado. Ella no hará nada de eso.

Pero yo lo hice cada día. A pesar de que lo único que recibía eran bofetadas con palabras y actitudes. Y mentiras, muchas mentiras. Mentiras que se escondían tras las palabras que me dedicaba mientras me miraba a los ojos. Para después decirme que me quería como nunca había querido a nadie.

Y han pasado más de seis meses. Será la navidad y los recuerdos que me trae de haberla pasado con él o serán sus silencios acercamientos lo que me hacen echarle de menos. Aunque no sé si le echo de menos a él o a la persona que creía que era. Esa persona que me prometió que jamás me haría daño.

He tenido tiempo para acostumbrarme. Para no echar de menos sus abrazos, ni el olor de su coche, ni sus cosquillas, ni su voz al decirme ‘te quiero’. He tenido tiempo para verle con ella mil veces, porque ambos se han encargado de que los vea juntos demasiadas veces. He tenido tiempo de convencerme de que merezco algo mejor. He tenido tiempo de conocer a otros chicos.

Entonces, ¿por qué? ¿por qué sigue doliendo?

mujer sola

Fuente y fotos: inperfectas